Los apaches de Gerónimo por Nogales

Gerónimo
Ya he cubierto en otras ocasiones el tema del Apache Gerónimo. Ahora, para continuar con esta crónica, debo tocar los temas que fueron pertinentes para lograr el desarrollo de la región Nogalense; primero, estuvo la pacificación de esta región y los apaches fueron el primer factor para contener esa violencia derivada de los asaltos. Después vendría la pacificación de los yaquis y en seguida la contención de los asaltos bancarios. Era lo que conocemos actualmente como Viejo Oeste. Pero no debo adelantarme...

En este artículo toco el tema de la pacificación de las depredaciones apaches. Para no hacer muy larga la historia, el 21 de abril de 1886, unos 20 hombres y 13 mujeres -en la que sería la última correría del apache Gerónimo- robaron unas cabezas de ganado cerca del Aribabi, al Sur de Cocóspera, y el día 23 frente a Casita, mataron a un hombre y a su hijo que acompañaban a una familia. Esa noche el Prefecto de Magdalena, Andrés Rivero, llegaba a Imuris por tren, con 30 hombres, lugar en donde se le unió otro grupo de Nogales.

Y la violencia no tardó en dejarse sentir El día 26 mataron a 4 personas en Buenavista, al Este de Nogales, y al siguiente atacaron el rancho de Arturo Peck, al Norte de Nogales, Arizona, en donde secuestraron a una niña llamada Trinidad Verdini. El día 28 mataron a 8 personas más cerca de Crittenden (unos 40 Km al noreste de Nogales) para dirigirse  después a la Sierra del Pajarito.


Powhatan Clarke y los
Picachos de Santa Barbara
Los soldados estadounidenses que los perseguían, con permiso del gobierno mexicano, entraron a Sonora y acamparon en el rancho de La Arizona.Eso lo sé porque el Tte. Clarke que iba a su mando, dejó un mapa de Sonora en La Arizona. Al día siguiente, detrás de la huella de los indios, cruzaron la vía férrea y se dirigieron a la Sierra del Pinito. Todavía hoy, al cañon que utilizaron los militares para cruzar se le conoce como Cañón de los Negros, ya que los soldados, de color, pertenecían al 10° regimiento de caballería de Fort Davis, Texas. 

El día 3 de mayo se logró hacer contacto con ellos en los Picachos de Sta. Bárbara. Se inició el combate alrededor de las 3 de la tarde, durando alrededor de una hora. En ese combate, una bala alcanzó en una pierna a un Cabo, Edward Scott, y el Tte. Clarke arriesgando su vida lo rescató de las balas. Este hecho quedó inmortanizado por el pintor estadounidense, Frederick Remington, Al anochecer los soldados decidieron bajar al río por agua, aunque  al día siguiente, los indios ya se habían ido.


Picachos de Sta. Barbara
Gerónimo y sus hombres se dirigieron de nuevo al oeste, cruzando la vía férrea,  por lo que el Prefecto de Altar, con 70 hombres, fue a La Arizona a cortarles el paso. Se logró hacer contacto con ellos en el Cañón de Las Avispas, enfrentándoseles, aunque los indios los derrotaron, con la muerte de 2 soldados, 3 que son heridos y 30 caballos que son robados.  Aún hoy el lugar lleva el nombre de cañón de Las Avispas, debido a los millares de avispas que se pueden encontrar volando en el mismo.

El día 12 en el mismo cañón se iniciaba otro combate alrededor de las 11 AM., los apaches incendiaron el monte para distraer a sus perseguidores y después hacen un rodeo y los atacaron por la retaguardia. Dado lo avanzado del día, se decidió regresar a la Arizona a pasar la noche. Al día siguiente los indios habían escapado nuevamente.


Fotografía del Cabo Scott, 
tomada poco después de los hechos,
en la que se ve la pierna que le falta.
El día 18 fueron hallados en Planchas de Plata 3 muertos: dos estadounidenses, J. Sullivan y D. Mac Karty, así como un correo del Sr. Barnett, dueño de La Arizona, aunque los indios no se quedan a esperar a sus perseguidores, cruzaron de nuevo al Este la vía férrea, y en Santa Cruz mataron a varios soldados estadounidenses, para después regresar a inmediaciones de La Arizona. 

El 11 de junio era robado ganado del rancho, aunque su dueño, con 30 hombres, logró recuperarlo. Después los indios pasaron por el mineral de Promontorio situado al Oeste de Nogales, y en ese lugar mataron a Santos García. La niña, Trinidad Verdin, fue rescatada por entonces, y dijo que por la noche, al pasar cerca de Agua Zarca, se podían ver a la gente que iba en el tren, y que al parecer Gerónimmo estaba herido, no gravemente, de un brazo.

La de Santos García será la última muerte en el municipio ocasionada por los apaches. Gerónimo decidió dirigirse después al Distrito de Arizpe y no será sino hasta septiembre cuando se rinda por última ocasión a las fuerzas estadounidenses, en el cañón de los Esqueletos, situado en el Territorio de Nuevo México, casii en su frontera con el entonces Territorio de Arizona.

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