¿Quiénes fueron los obreros que construyeron el Ferrocarril de Sonora?

No se sabe, con certeza, el costo de la obra del Ferrocarril de Sonora que tenía una longitud de 422.312 Km. entre Nogales y Guaymas. Esto se debe a que difieren las distintas versiones sobre el asunto, y a que no hay certidumbre en relación con la subvención en dinero que entregaría el gobierno de México, según el Artículo No. 22 del contrato de concesión entre el gobierno y la compañía, que sería de 7 mil pesos por kilómetro  conforme se avanzara en su construcción. Por ejemplo, mientras que por un lado el diccionario de Almada (que constituye la fuente de información más importante existente acerca de la historia de Sonora), dice que la obra costó $10,501,703.49, esta cantidad varía según otros autores, entre quienes recuerdo a Alberto Pradeau o Miguel Tinker Salas.

Además de ello, también hay dudas en relación con la  cantidad entregada realmente, ya que el total debería ser $2,956,184.00, aunque para 1896, o sea cuando la obra ya hacía más de diez años que había sido concluida, el embajador de México en EEUU reportaba que se habían pagado hasta entonces $2,171,310.60

Ahora bien, el trazo de la línea se decidió a última hora que pasaría por el entonces Rancho de los Nogales, ya que abarataba el cambio de ruta el costo de construcción. El contrato vigente era de Magdalena al Paso del Norte, y que fue  inaugurado aquí en octubre 25 de1882 a las 3 PM. Estos últimos temas los cubriré posteriormente.

Además de lo anterior, cuando intentamos conocer el origen de  la mano de obra para construirla, surge otra duda más. Se ha dicho que sus obreros fueron principalmente chinos, aunque al profundizar en el tema, vemos que no fue así.

Los chinos llegaron a esta región poco después de la inauguración del Ferrocarril de Sonora. Sin embargo, no se me malinterprete, ellos habían participado en la Fiebre del Oro de California y construyeron el Ferrocarril que atravesó la Sierra Nevada de ese Estado,  aunque no  constituyeron la principal mano de obra del Ferrocarril de Sonora. 

La fuente más fidedigna de información poblacional que hay sobre la  población existente entonces es la de los censos federales estadounidenses que se realizan decenalmente a partir de 1790. En ellos se ve que en Tucsón no había apellidos chinos en el censo de 1870, aunque durante la década y media siguiente empezaron a llegar. Posiblemente fueran antiguos trabajadores de la construcción del Ferrocarril del Pacífico que se construía entonces desde California, por lo que para 1879 había aproximadamente unos 30 chinos en Tucsón, y el censo de 1880, que fue realizado en el mes de junio, registró a 160 chinos allí, mientras que en Patagonia, Santa Cruz y Sonoita, vivían 37 chinos más. A esas cantidades se reducía entonces la población china en el Sur de Arizona.

Por otro lado, en los registros de la compañía del Ferrocarril de Sonora, se ve que ésta  tuvo que adecuar sus carros ferroviarios para transportar los petates de los obreros yaquis para dormir, los metates para el molido de su maíz, así como las canastas de carrizo con su comida. 

Otro dato que nos ofrece luz acerca de esa situación, fue que la escasez de trabajadores yaquis en los ranchos sonorenses, provocada debido a que la mayoría de los yaquis de Sonora que trabajaban antes de hacerlo como obreros ferroviarios, lo habían hecho como vaqueros, lo que provocó una serie de disputas entre el ferrocarril, que los absorbía, en competencia por su mano de obra contra  los ganaderos de la región. Para resolver este problema, la compañía ferroviaria importó trabajadores estadounidenses a la obra, entre ellos a 200 afroamericanos.

Es decir, la composición étnica de los obreros de construcción del ferrocarril fue cambiando con el tiempo, aunque siempre fueron estadounidenses, mexicanos e indígenas, no chinos, quienes ganaban salarios diferentes de acuerdo a su raza. Los estadounidenses se encontraban en la cúspide salarial, les seguían los mexicanos y finalmente los yaquis.
A manera de ejemplo de esta última situación, vemos que en los patios ferroviarios de Guaymas, los 13 mexicanos que poseían la categoría de obreros, recibían un salario diario máximo de dos pesos al día, mientras que los estadounidenses que tenían la misma clasificación, ganaban 4 pesos diarios. 

Finalmente, en 1883, o sea un año después de la inauguración del ferrocarril en Nogales, vemos que la compañía tenía a 1,949 empleados,  de  los que 810 eran yaquis, 664 eran mexicanos y 475 estadounidenses.  

El espacio se acaba, así que en otro artículo hablaré de las cantidades de viajeros, los horarios y las tarifas que se cobraban aquellos primeros años del ferrocarril, antes de que naciera la población de Nogales.

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