Perea, Imuris, Kino y Apaches

En 1634, Pedro de Perea, Capitán del Presidio de Sinaloa,  dirigió una expedición armada contra los indios Guásabas, acompañado por el Jesuita Tomás Basilio;  tres años después logró que el Virrey de Nueva España dividiese Sinaloa, y a la región  situada al Norte del río Yaqui le llamase Nueva Andalucía, de la que Perea fue  su primer Alcalde Mayor. Las condiciones del acuerdo eran: en cuatro años sometería a los indios de la región, traería colonos y promovería el desarrollo económico de la misma.

Pedro de Perea

Después de conseguir una extensión a su concesión por dos años, fundó su hacienda, Nombre de Dios, cerca de Banámichi en el valle del Sonora, y estableció otras rancherías en el río San Miguel, cerca de Tuape. (de ninguna de ellas se conoce su ubicación precisa). Además, sometió a los nativos de las rancherías indígenas de Cuchubacoachi (en o cerca del actual Bacoachi) y Cucuribascai, para, en 1643, obtener otra extensión a su concesión.

En seguida, trajo de Chihuaha a un grupo de cinco franciscanos, junto con otras personas, laicas, que constituyen los apellidos españoles más antiguos de Sonora.

El primer problema que encontró fue que al saber los jesuitas que los  franciscanos habían iniciado su labor misional en el Río de Sonora el verano de 1645, inmediatamente protestaron, aunque no se llegó a ningún acuerdo inmediato.

Surgió entonces otro problema que ha quedado irresoluto hasta nuestros días:  el origen de los Apaches. De acuerdo con el libro CONFLICT IN COLONIAL SONORA: INDIANS, PRIESTS AND SETTLERS, David Yetman nos dice: "Por este tiempo [la época de Perea], los Apaches también aparecen en los documentos de la Opatería, y en adelante se convierten  en importantísimos para la historia de Sonora..." 

Perea debió enfrentarse a esa belicosa etnia, por lo que bastará seguir sus huellas en Sonora para encontrarlos. Hay una descripción contemporánea que nos habla de algún grupo humano que hubo por entonces en la región, del que no se conoce más que esta descripción: "...una nación muy populosa que habita en los valles formados por la Sierra Madre, al Noroeste del Valle del Sonora y hasta la entrada de California..." además son descritos como muy belicosos. El problema es que NO le fue aplicada la descripción a los Apaches sino a los Hímeris (que es una de las maneras en que se escribe ese nombre)  y sobre quienes me extiendo más adelante, los que aparecen también por entonces.
Ruta de Dolores a Imuris


A mediados de julio de 1645, Perea remontó el paso hacia la nación Hímeris (probablemente siguiendo un camino paralelo a la actual carretera de Magdalena a Cucurpe) desde el río San Miguel para conquistarles, aunque los indios se le enfrentaron, obligándole a regresar a Banámichi, enfermo al grado que le administraron los santos óleos.

Días después, cuando pensó que se había recuperado, intentó nuevamente entrar a esa región, aunque nuevamente fue rechazado y falleció.

Pasaron nuevamente los años, y en 1687, al llegar el misionero Jesuita Eusebio Francisco Kino a la Pimería Alta, siguió los pasos de Perea, y en vez de seguir hacia el Norte a lo largo del río San Miguel y fundar Remedios (la causa de porqué Kino decidió remontar este paso, en vez de seguir río arriba, que sería la ruta natural, la razòn que tuvo para ese cambio es aún desconocida para mí, por más que he intentado resolverla), remontó la sierra rumbo al poniente y al primer asentamiento que encontró le llamó San José de Imuris, aunque no encontró ninguno de los aguerridos pueblos mencionados. Ese es el origen del nombre del municipio vecino a Nogales por el Sur.

De los indios Imeris, Imuris o como se quiera llamarles, es la última mención que se conoce. Sin embargo, los apaches fueron desde entonces una amenaza constante contra todos los asentamientos, fuesen de origen europeo o no, que había en Sonora.

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