¿Cuando llegaron los Chinos a Sonora?

Un error muy difundido en la historiografía de nuestro Estado es que la construcción del Ferrocarril de Sonora, inaugurado en el Rancho Los Nogales el 25 de octubre de 1882, fue realizada principalmente por individuos de raza china. Sin embargo, ésto es falso.

El origen de este error es múltiple. En primer lugar, los Estados Unidos decretó la ley federal de Exclusión de Chinos, el 6 de mayo de 1882, por la que quedaba prohibida la entrada de chinos a la nación estadounidense. Además, un hecho desconocido es que el mismo gobierno chino, a través del artículo 225 del Código Penal de la Dinastía Chin, prohibía lo mismo, bajo la pena capital.

Esto se debía a la enorme emigración chinos que llegaban por barco a California, emigración provocada por la Fiebre del Oro, seguida del empleo de chinos en la construcción de las principales vías trascontinentales ferroviarias estadounidenses. Por ejemplo, para 1852 había 4,000 chinos en California, de los que la mitad vivía en San Francisco, y para 1885, a pesar de lo difícil que era realizar un censo de chinos en San Francisco, se calculó que vivían más de 30 mil individuos en esa ciudad.

Todo lo anterior llevó a que los libros más recientes escritos tanto en México como los Estados Unidos sobre este tema en Sonora y Arizona hayan perpetrado el error de que la presencia China en Sonora fue muy temprana. Además, el transcurso del tiempo que trascurrió entre lo que se ha sostenido que fue la llegada de éstos a esta región, antes de 1880 y el periodo real de tiempo en que lo hicieron, 1900, fue muy corto, unos 20 años.

Sí. Es cierto que el primer contacto de la entonces Nueva España con China empezó en 1565 con el Galeón de la China, aunque éste fue esencialmente comercial. Luego, el Emperador Maximiliano estableció en 1865 la Compañía de Colonización Asiática, pero esa iniciativa no llevó a mucho. No fue sino hasta la conclusión del siglo XIX y comienzos del XX, ya durante el porfiriato, cuando ocurrió la gran inmigración China a México. Estos chinos llegaban al Estado después de ver cerradas las puertas legales hacia la nación vecina, y utilizaban a nuestra región como puente hacia su destino final, los Estados Unidos.

Lo anterior lo corroboran las cifras censales oficiales. Entre 1875 y 1899 ingresaron a México 214 chinos, mientras que entre 1900 y 1910 fueron 3,442, cantidad que se reforzó con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, suscrito en 1899 entre nuestros dos países. En Sonora, en 1895, 1900 y 1910, los censos nos dicen que en el primer año había 332 chinos en Sonora, en el segundo 459,  y el 1910 había 4,486.

Por otro lado, en Tucsón, cuyo ferrocarril fue inaugurado en marzo de 1880, según el censo estadounidense de 1870, la suya era una población casi totalmente carente de chinos, mientras que en 1879 había 30 y para el censo de 1880, realizado en junio, nos dice que había 159.

Es decir, todas esas estadísticas refuerzan la tesis de que los chinos llegaron a esta región después de la construcción del Ferrocarril de Sonora.

Así surge la pregunta: ¿Entonces, quien construyó el ferrocarril sonorense? La respuesta la encontramos en los archivos de la entidad, que  nos informan que durante esa construcción surgió una disputa entre la compañía del ferrocarril y los ganaderos sonorenses: los salarios -mucho mayores a los tradicionales de Sonora- que ofrecía la compañía a los yaquis, que eran los principales trabajadores del ferrocarril, habían ocasionado el despoblamiento de la mayoría de los ranchos del Estado y la consecuente protesta de los rancheros.

Por eso, para concluir el último tramo de la vía férrea cerca de Nogales, se asignaron 400 afroamericanos a trabajar en ese tramo, quienes tenían su campamento en Calabazas (actual Río Rico), aunque no fueron suficientes por lo que se llevaron 100 yaquis a ayudar; y como los yaquis trabajaban muy bien se hicieron arreglos para llevar aún más.

Así pudo verse un anacronismo que simbolizaba al nuevo orden económico: trenes especiales que llevaban a los yaquis a los lugares del tendido de la vía, con carros especiales donde iban sus petates de palma para dormir, sus metates para el molido del maíz, canastas de carrizo llenas de quesos y sacos con granadas y otras frutas, amén de botellas con mescal.

Sin embargo, el espacio se me agota, por lo que en el siguiente artículo de esta serie continuaré con el tema.

Comentarios

  1. Muy ameno, interesante e ilustrativo, aunque sugiero una mejor revisión de la ortografía y repetición de palabras continuas, para no manchar su importante contenido. Saludos.

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  2. Muy buen artículo, como todos los que bien escribe usted Sr. Suárez. Gracias por iluminarnos.

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  3. Muy buen artículo, como todos los que bien escribe usted Sr. Suárez. Gracias por iluminarnos.

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