Kino en Nogales

A propósito del 132 aniversario de Nogales, que conmemoraremos el próximo mes de julio, inicié una serie de artículos que continúo hoy.

Hablaba en el artículo anterior sobre las redes de comercio que hubo en el Sonora y Arizona prehispanos. Toqué, por ejemplo, el tema del esqueleto de una guacamaya que fue hallada en Nogales, Arizona durante una investigación arqueológica, como prueba de las redes de comercio que pasaban por Nogales. Sin embargo, me han expresado algunas dudas sobre la existencia de estas redes, así que aquí toco dos pruebas más de su existencia.

En primer lugar, tenemos el hallazgo, en la ciudad prehispánica de Paquimé, en el noroeste del actual Estado de Chihuahua,  de más de 3 millones de conchas marinas procedentes del Golfo de California como manifestacion del comercio de la sal marina y conchas.

Sin embargo, aún más contundente está el caso de una figura que alguno de los lectores recordará haber visto, figura que sus características la han convertido en una de las piezas más importantes y emblemáticas del Museo de Antropología, de la Cd de México. Fue hallada durante una investigación arqueológica en la antigua capital prehispánica de Tula, Hidalgo, o sea en el centro del país. 

Forma la cabeza de un coyote o felino emplumado con las fauces abiertas de las que surge una cabeza humana. Pues bien, la manufactura de esta pieza es de un origen muy diverso, ya que su base fue realizada con cerámica procedente de Guatemala, las plumas fueron hechas con conchas marinas originadas en Sinaloa, y el cabello y la barba del individuo que se asoma con concha de abulón de Baja California, o sea se trata de las famosísimas conchas azules, mencionadas por el misionero pimalteño Eusebio Francisco Kino como prueba de la peninsularidad californiana.

Y ya que menciono al misionero Jesuita, les diré que éste atravesó por primera vez la región donde hoy se asienta la población fronteriza de Nogales un sábado 5 de noviembre de 1701. 

Estando en Guevavi, cerca del actual Río Rico, y:

"habiendo dicho misa en la nueva y muy aseada iglesita que poco antes había fabricado el padre Juan de San Martín  y yo la había mandado techar y blanquear, salí al poniente para San Ambrosio del Busanic.."

Pero sigamos al misionero en su camino. Partiendo de Guevavi, Kino dejó el camino que había seguido en todos sus viajes anteriores,  camino que iba siguiendo la margen del actualmente llamado río Santa Cruz y se dirigió al suroeste, rodeando el actual Mt. Benedict, para después remontar el cañón Proto y pasar por el puerto que separa al río Santa Cruz de Nogales, Az. (o sea siguió una ruta paralela al actual camino de Nogales a Patagonia), hasta caer al Arroyo Los Nogales, cerca del puente a desnivel en donde inicia el actual camino a Patagonia. La otra posible ruta que siguió, fue ir paralelo a la carretera de Nogales a Tucsón hasta que llegó a donde hoy se encuentra esta población. 

Sea cual fuere el camino que siguió, podemos imaginarnos al misionero recorriendo esa cañada, sin imaginarse que la sombra de los árboles de Nogal que le protegían del sol en algún momento futuro le heredarían su nombre a una población que surgiría en ese arroyo que recorría entonces. 

Continuó al sur a lo largo de la cañada y, remontando el actual puerto de Encinas, cayó después al Arroyo Los Alisos para pasar en seguida:

"por los confines de la nueva estancia de San Simón y San Judas del Síboda, adonde había como mil reses y siete manadas de yeguas, con bastante caballada y mulada, todo para las nuevas Misiones que se fueren fundando, y habiendo caminado 15 leguas, llegamos a dormir a la buena estancia de otro Sonoita, ubicado siete leguas antes de San Ambrosio del Busanic."

El nombre de Síboda obviamente es una corrupción del Español, de la palabra Pima compuesta que significa milpa en la meseta, mientras que Búsanic, haciendo honor a su nombre, significa valle ancho.

De esta manera era abierta otra ruta de abastecimiento con más ranchos ganaderos para intentar llegar por otro camino más a la tan ansiada meta del Estrecho de Anián: Guevavi, Cíbuta y Búsanic. Era una ruta cercana al trazo de la actual frontera entre Sonora y Arizona.  Era el 5 de noviembre de 1701, fecha que el santoral conmemora su nombre, San Eusebio. 

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