El Baboquívari y un combate en sus faldas

Hablaba por la radio a finales del mes pasado con Luis Ernesto Castillo, de la estación radial 90.7 de Caborca acerca de los Apaches en la región, aunque le decía que en esa región hubo una mayor presencia de los Pápagos, y aquí está una prueba de ello.

El 2 de diciembre de 1840, cuando la población de Nogales no existía aún ya que apenas un lustro antes José Elías había comprado el entonces rancho, el Gobernador Manuel María Gándara partía de la capital sonorense encabezando una fuerza punitiva de al menos 570 hombres contra los Pápagos.

Esta expedición militar había tenido sus orígenes cuando el Jefe político de Altar, Dionisio González, intentó intimidar a los Pápagos con el uso de la fuerza. Acompañado de Rafael Moraga, de 150 soldados y del Padre Fray Antonio González, misionero entonces de Oquitoa, se enfrentó a los Jefes Pápagos en Cobota, situada al Sureste de Sonoyta, y usando la fuerza les presentó una serie de quejas, y a esta acción respondieron los indígenas, atacándoles.

Esta lucha concluyó con la derrota de los indios; y aunque el Gobernador Gándara reemplazó a González y a Moraga, dejando instrucciones de que las autoridades fuesen más amables en sus tratos futuros con los nativos, de cualquier manera las relaciones regionales con éstos continuaron deteriorándose. El verano de 1840 se supo que se preparaba un levantamiento generalizado, y en julio hubo ataques Pápagos a la región entre Tubutama y Sáric. Por eso el gobernador Gándara decidió encabezar esa expedición armada contra ellos y partió de Ures, capital de Sonora.

La fuerza militar que dirigía fue aumentando mientras avanzaba desde Ures, que era entonces la capital del Estado, recogiendo más gente de Opodepe y Cucurpe, de las márgenes del Río San Miguel, y en Santa Ana se le agregaron más del Río Magdalena. El 13 de diciembre, bajo una lluvia pertinaz, la caravana de Gándara hacía un alto en "La Laguna," situada a unos 15 Km al Norte de Altar, en donde se le unió más gente de ese Distrito. Al continuar su avance el día 20, las lluvias habían parado, y ahora la resequedad de los arroyos hacía más precario el avance de la expedición. No hallaron agua sino hasta el pueblo minero del Zoñi, a donde llegaron el día 22, aunque perdieron un día sacando agua de los profundos pozos del lugar para poderles dar de beber a sus bestias.

La víspera de Navidad acampaban en "Charco Hondo," lugar en donde el misionero Antonio González celebró misa, y en Navidad continuaron hasta que llegaron a Quitovac, en donde había agua aunque no pastura. Y así continuaron su avance hacia el Norte, nuevamente bajo las equipatas, hasta que llegaron a las montañas Bavoquívari.

El Pico del Baboquìvari
La batalla decisiva ocurrió el 14 de enero en un cañón situado al pie del Pico Bavoquívari, que es un cerro que domina toda la región por cientos de kilòmetros, lugar que desde siempre había sido el lugar más sagrado de los Pápagos, quienes consideraban que allí vivía Iitoi, una deidad primordial suya.

En la batalla, más de cuarenta nativos fueron muertos y se recuperaron más de un millar de cabezas de ganado con la pérdida de dos soldados muertos y treinta y  un heridos.

Se pensarìa que ese combate traerìa consigo la paz, y aunque en nuestra època es casi desconocido, apenas concedió un respiro temporal en la violencia de las relaciones con los Pápagos. Sin embargo, el espacio se me agota, por lo que en el siguiente artículo de esta serie continuaré con lo sucedido después.


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