Inicios de la educación nogalense
La historia
de la educación en Nogales o en Sonora es un tema casi totalmente desconocido,
así que tocaré esa dimensión un poco más
a fondo.
Sonora se caracterizó por ser una entidad en la que la educación llegó tardíamente, los primeros intentos en promoverla a principios del siglo XIX, fueron promovidos por la Iglesia en Pitic y en Alamos.
No fue sino hasta el 5 de noviembre de 1881,
cuando se decretó la ley educativa, en la que en su artículo No. 7 dictaminaba
la obligatoriedad, laicidad y gratuidad de la educación primaria, y los pueblos
eran obligados a establecer escuelas en sus jurisdicciones.
De Nogales, no he
encontrado referencias al establecimiento de la primera Junta de Instrucción Pública. La mención inicial
de una escuela local la encuentro poco antes de que comenzara la revolución
constitucionalista.
Para entonces, en Nogales había dos escuelas
primarias, situadas por la calle Ingenieros, a un
costado del actual Edificio del Estado,
en dos edificios contiguos, donde estuvo el periódico Acción.
De la historia de estos edificios no he encontrado nada; eran un edificio para cada sexo, con
4 maestros en cada uno, a los que asistían 128 niñas y 112 niños. De esa época se guardan en mi casa algunas
fotografías.
En una de ellas, tomada en
un patio de la escuela, aparecen varias niñas, una de ellas, una tía mía,
Carmen Barnett. Otra niña de entonces
era Hortensia Elías Chacón, quien también era una estudiante allí.
Para antes del
inicio de la revolución constitucionalista, se planeó en Nogales construir una escuela primaria formal. El
Arquitecto O. J. Omstead, y quien igualmente diseñaría el edificio de la Corte de Nogales, Arizona, entregó los
planos en agosto de 1911 de un edificio estilo victoriano de dos
niveles.
Ese mismo mes en Sesión del Ayuntamiento, se acordó autorizar al presidente municipal a gestionar un préstamo por $30,000 para construirla, aunque éste, que era el doctor Ponciano López, únicamente pudo colocar la primera piedra del edificio, misma que hoy se puede ver en la esquina noroeste del mismo.
Ese mismo mes en Sesión del Ayuntamiento, se acordó autorizar al presidente municipal a gestionar un préstamo por $30,000 para construirla, aunque éste, que era el doctor Ponciano López, únicamente pudo colocar la primera piedra del edificio, misma que hoy se puede ver en la esquina noroeste del mismo.
La siguiente administración, en sesión
de cabildos efectuada el 22 de septiembre, acordó cambiar los miembros de la
Comisión a los del nuevo Ayuntamiento, y el 11 de noviembre el nuevo presidente
municipal conseguía un préstamo por $30,000 del Banco Nacional de México para
la construcción.
El 12 de Enero siguiente, el
Ayuntamiento decidió vender los edificios de la cárcel y las escuelas (cerca
del actual Edificio del Estado), que estaban muy arruinados, y con el producto
construir un hospital.
En Mayo 6, el Gobernador aprobó la venta; uno de los edificios escolares fue adquirido por el presidente municipal, Fernando Rodríguez (hermano de Abelardo), y el otro por Guillermo Barnett (h), quien sería presidente municipal en seguida. Con ese dinero y un préstamo adicional de $10,000 hecho por la Srita. Rosita Muñoz se pudo terminar la escuela Superior, la que fue inaugurada el 15 de septiembre de 1912, al concluir la administración de Fernando Rodríguez.
En Mayo 6, el Gobernador aprobó la venta; uno de los edificios escolares fue adquirido por el presidente municipal, Fernando Rodríguez (hermano de Abelardo), y el otro por Guillermo Barnett (h), quien sería presidente municipal en seguida. Con ese dinero y un préstamo adicional de $10,000 hecho por la Srita. Rosita Muñoz se pudo terminar la escuela Superior, la que fue inaugurada el 15 de septiembre de 1912, al concluir la administración de Fernando Rodríguez.
La escuela Superior, como se le llamò entonces, comprendía únicamente los primeros
cuatro grados. En la planta
alta estaba la escuela de niños, con 199 varones; y en la baja estaban las niñas, con 273 mujercitas. Esta escuela aún hoy se encuentra en operación.
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