El Nogales de ayer y el de mañana

Hablaba en mi anterior artículo de la paz que se vivía en el Nogales de los 60, o los 70. En mis presentaciones, la pregunta recurrente que me hacen siempre es que si no se vivía mejor antes. La respuesta que  siempre  les daba y les doy, es que sí: era un Nogales pequeño y pacífico, aunque sin empleo.

En el Nogales de ayer, era desconocida la violencia del crimen. Los estudiantes de entonces, acostumbrábamos  ir "de cacería" a las afueras de Nogales. En las mochilas en las que llevábamos los alimentos, asomaban a la vista de todos, los rifles que no causaban ninguna extrañeza a los nogalenses, entre quienes había más de algún policía.

Claro que nunca cazábamos nada. Pasados algunos días "de campamento," regresábamos a nuestros hogares, hambrientos, dispuestos a descansar. Las armas las habíamos llevado más bien como signo de status que por otra razón. Es más, fueron mayoría en que no fueron sacadas ni siquiera para ser utilizadas una sola vez.  Son muchísimas las anécdotas derivadas de esas aventuras, aunque el espacio no me alcanzaría para contarlas aquí. 

Después, llegaría el crecimiento de la población de Nogales, con la oferta de servicios y de más productos que acompañó al aumento demográfico, el que a su vez incrementó aún más ese crecimiento y la oferta de más productos. 


Si bien, anteriormente la exportación de bienes nacionales era la razón de ser de los nogalenses; con las  figuras de yeso posbélicas, los famosos gatos; que serían reemplazadas después por la exportación de mano de obra, "no calificada" como se le llegó a llamar a ese método de subsistencia. 

Actualmente, urge  en esta frontera otra remodelación económica, pero una remodelación que se encamine a la exportación de "entes de conocimiento turístico" que aporten sus conocimientos a la promoción de nuestra realidad fronteriza. 

Y es que el turismo ha sido desde siempre la vocación natural de los nogalenses al ser frontera, primero estuvo dirigida hacia Arizona, en su forma más burda a los soldados de los campamentos militares cercanos a la frontera, y después de la Segunda Guerra Mundial  a los turistas que deseaban conocer nuestro "old Mexico." Pero actualmente, con las nuevas fórmulas de conocimiento y de difusión de la información, métodos tecnológicos en fin, esta tarea se facilita sobremanera, lo que no hemos sabido aprovechar.


El otro día veía algunos documentales relacionados con los terremotos de años pasados que sufrió la capital de la república, y me di cuenta de que nuestras inundaciones toman su lugar. Eso me  llevó a la idea de que, por ejemplo, se podría orientar esa información hacia nuestros museos, aunque con método científico; mostrando a quien lo desee, los Modelos de Elevación Digital, los Coeficientes de pendiente del terreno, los tipos de suelo con que contamos, los coeficientes de escurrimiento, etc. del suelo de esta región. 


De esta manera, mostrando su conocimiento instituciones científicas y estudiantes, se cumpliría la múltiple meta de dar a conocer a la sociedad. nacional y extranjera la problemática local, y a la vez dar a  conocer, tanto a Nogalenses como no, cómo se resuelve esta problemática, de una manera científica, moderna, en la que participen lo mismo nuestras instituciones que los nogalenses comunes.

Posteriormente, se podría ampliar la oferta regional a otros campos de conocimiento turístico regional, gastronómico, de servicios turísticos, etcétera,  a la vez que simultáneamente con estas acciones se prepararía a nuestros jóvenes hacia otras dimensiones del conocimiento, de la difusión de lo local o lo regional.

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