El Fin de Los Dos Nogales

La Aduana de Nogales
El Nogales inicial, el de la primera época, tenía festejos indistintamente del origen nacional de donde hubieran empezado éstos.  En el edificio de la aduana federal mexicana, construido en 1887, al ser el más apto para este tipo de festividades, se realizaban los bailes conmemorativos, ya fuera los 16 de septiembre, los 5 de mayo  o los 4 de julio. 

La sociedad local organizaba bailes conmemorativos, o  justas deportivas, principalmente de bicicletas, que cruzaban ambas poblaciones, mientras que los miembros de las juventudes de ambos sexos de ambos lados de la línea se dedicaban a preparar todo lo relacionado. En los comités de cada nación, participaban  los funcionarios, federales principalmente, mientras que de Nogales, Arizona, éstos eran sus equivalentes. 

Si un nogalense pasaba por estrecheces económicas o enfermedades, por las tardes se podía ver a los demás miembros de esa pequeña sociedad nogalense, yendo a colaborar con éste o aquél producto que aliviase en algo el malestar de aquella persona.

Era una pequeña sociedad inocente de nacionalismos, de complicaciones que vinieran a perturbar aquella paz que en algo se asemejaba al de la cañada en que estaba ubicada la población. Únicamente rompían el silencio de la cañada, los festejos de aquella sociedad.

No sé cuándo fue la primera ocasión  en que empezó la división. Probablemente ocurrió alrededor de las elecciones estadounidenses. El Partido Demócrata, que fue fundado en 1828; o el Republicano , establecido en 1854, y sus elecciones fueron en Nogales la ocasión ideal para esta situación, ya que los no participantes, entre quienes se contaban a los no ciudadanos estadounidenses,  únicamente veían desde lejos el desarrollo de aquellas contiendas políticas que, justo es decirlo, casi nunca evolucionaban a algo que no fuese el ostracismo  para el perdedor.  De cualquier manera, era casi secreto el proceso de selección de candidatos o de participantes  en ella.


Henry O. Flipper
Posiblemente el caso más notable relacionado con las elecciones, ocurrió a caballo entre los siglos XIX y XX, cuando corría para Delegado  para la Convención  Republicana,  D.  Altschul, quien era entonces  Delegado Local Republicano.  Al saber de esto, Henry Osiiah Flipper, un ingeniero de color que había sido expulsado injustamente de la academia militar de West Point, por entonces verificaba los terrenos mexicanos registrados en EUA como mercedes de tierras, acompañado de Jesse Grant, hijo del ex presidente  estadounidense, Ulysses Grant, y  quien vivía en una casa que aún hoy permanece en pie en la calle Crawford, en la cuadra del no.300. Ellos se confabularon  para sustituir a Altschul por James Chatham en la elección, únicamente para ver si lo podían hacer. Y claro,  Chatham ganó la elección.
Ulysses S. Grant

En México sobrevino entonces la revolución, y al terminar  la etapa bélica, en 1917 se realizó un proyecto en Nogales para  el desarrollo de dos franjas de terreno, en el extremo Sur del Fundo Legal y hasta el Polvorín (frente a la 5 de mayo).

Estas eran,  la colonia moderna al Oeste del ferrocarril, y la Municipal al Este. Así terminó en los hechos el concepto de Ambos Nogales.


Para 1943, la antigua Ambos Nogales, era sólo recuerdo; un mito que se intentaba conservar como atractivo turístico. En un editorial, Pomposo Salazar, decía en su diario LA ACCIÓN, que los periódicos de ambas poblaciones ignoraban lo sucedido en la otra; sólo asuntos de suma gravedad que ocurrían en un Nogales eran tratados en la prensa del otro, y agregaba que las dos ciudades “únicamente se entienden por el comercio. Los de aquí compran allá; los de allá compran aquí pasando por lo que algunos ilusos han llamado ¨línea imaginaria´. Fuera del contacto comercial, no existe otro.”

La magia se había roto, la inocencia del pequeño pueblo se había perdido, y Nogales ya no sería igual que antes.

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