los lenguajes prehispanos de Sonora

En este artículo profundizo acerca de los lenguajes que se hablaban en el noroeste del actual México durante la época prehispana, debido a que recibí varios comentarios sobre el tema relacionados con el artículo que escribí sobre este mismo tema.

Distribución geográfica de los lenguajes
prehispanos de Sonora
Además de la Uto Azteca,  hubo otras familias lingüísticas entre los habitantes de nuestra región. Entre ellas se encontraban la Tanoa, la Hokana, la Atabasca y la Yuma, además de otros lenguajes aislados, como el Seri, del que no ha sido encontrado ningún parentesco.

Afortunadamente para mí, y debido a que el tema actual es de los lenguajes prehispanos de Sonora, me reduzco a ellos en este artículo. 

Así, en el Noroeste del actual Estado se encuentran los indios  Cucapá, que pertenecen a la familia lingüística Yumana, y que fueron lenguajes que se hablaban en las márgenes del Río Colorado, principalmente en el actual Estados Unidos.

En el Noreste de Sonora hubo también otras lenguas que, o bien fueron aisladas, se derivaron de otras familias, o se derivaron del Atabasco como los Apaches. Así, en esa región se encontraban los Sumas, los Jano, Jumano, Manso, etcétera, de los que no se conoce su parentesco, debido a que todas desaparecieron sin dejar huella de cómo se hablaban.

Parentesco de los lenguajes
Uto Azteca según Miller
En el centro de la entidad, en la región serrana, se encontraban lenguajes como el Jova o el Eudebe, que fueron derivados tal vez del Ópata, ya que el misionero Juan Nentvig dijo de ellos que los "Eudebes utilizan un dialecto tan similar al Opata como el Portugués es al Castillano o el Provenzal es al Francés"  aunque, como dice el linguista estadounidense Wick R. Miller en relación con ese posible parentesco: "aunque los datos son muy escasos para sostener esto", mientras que en un libro de 2010, David Yetman, otro autor regional, sostiene que el Jova "no es un dialecto del Opata, y debe de tener una posición distinta como lenguaje."

Además de los anteriores, en el Sur de Sonora aún hoy se encuentran los Guarijíos, quienes a principios de la década de 1980 vivían al Oeste de los Tarahumara y cerca del río Mayo. De su lenguaje ha escrito Wick R. Miller:  "Basados principalmente en comentarios hechos por los primeros misioneros, es probable que el Chínipa, Guasapar y Témori, eran Tarahumara, probablemente dialectos del Guarijío."

Ya he tocado en el artículo anterior algo de las diferentes  teorías de cómo se fue dando la evolución lingüística de esta región, aunque debo recalcar que la mayoría de los sonorenses hablaban lenguajes de la familia Uto Azteca, en la rama que los estudiosos han llamado Sonorense.

Miller sostiene de esta rama que "…es claro que las lenguajes Sonorenses han estado en el Noroeste de México por mucho tiempo," a lo que debo agregar que esa familia lingüística se encuentra representada en Sonora principalmente por el Pima, el Pápago, el Ópata, el Yaqui y el Mayo.

Sin embargo, el espacio me restringe a hablar únicamente de los Pimas que se autodenominan como Pápagos, o gente del desierto,  "Tohono Ohódham," para distinguirse de los "Akimel Ohódham,"  Pimas ribereños, o Pimas Sobaípuri.

Esta clasificación tribal se derivaba de la cantidad de agua que tenían para su consumo. 


Un pápago típico
de principios de 1900
Debo agregar que los Pápagos eran delgados, como los demás indígenas de  la región, hasta antes de la incorporación, en su dieta, de alimentación rica en grasas y calorías, con el resultado de que engordaron y gran parte de la población ha desarrollado diabetes, al grado de que más de la mitad de los adultos padecen actualmente de esa enfermedad.
Los Pápagos

Finalmente, en la clasificación original de las categorías de los Pápago tenemos a los llamados "sin aldeas," que vivían dispersos, y a quienes se les llamaba también llamados areneños, y eran los verdaderos habitantes de lo más árido del desierto, ya que lo hacían entre las dunas del desierto mismo. Esta categoría despareció a principios del siglo XX.


Además estaban los habitantes de "dos aldeas," que eran los verdaderos Pápagos, quienes vivían en una casa veraniega cercana a los ríos, la que utilizaban para cuidar de sus cultivos, y en otra invernal, montañosa, era utilizada para ir a colectar piñones, bellotas, etc. 

Y para concluir con este apartado, tenemos a los habitantes de "una aldea," que eran aquellos que vivían en las regiones menos áridas de la región, ya que lo hacían en las márgenes de los ríos San Pedro, Santa Cruz o de sus afluentes, como sobre la cañada de Nogales, antes de que naciera esta población. Estos no eran sino los famosos Sobaipuri mencionados por el misionero Jesuita Eusebio Francisco Kino.


Esta división poblacional ha sido rebasada por las circunstancias actuales, ya que en Arizona se encuentran las siguientes reservaciones no contiguas: la "Tohono Oódham" o  de San Xavier, la del Río Gila, la Ak Chin y la del Río Salado, todas divididas en once distritos. Además tenemos la división de los Hia-C´ed que, aunque no ha sido reconocida oficialmente por el gobierno de los Estados Unidos, se encuentra dispersa en todo el territorio del Suroeste de Arizona, conservando además su lenguaje.

Debo, además, citar extensamente al Antopólogo Bernard Fontana, y a Paul  Ezell quienes escribieron sobre ellos:

"Los descendientes vivos de los Indios Pima Alto son conocidos como Indios Pima y Pápago. Los Pimas viven en los Ríos Gila, Salado y la reservación Ak Chin en el Sur de Arizona, así como en reservaciones separadas en las vecinas Casa Grande, Chandler, Coolidge y en la área metropolitana de Phoenix. Los Pápagos, tal vez unos 16,000, viven en las reservaciones Pápago (Sells), San Xavier, Ak Chin y Gila Bend, así como en reservaciones separadas situadas en Ajo, Marana, Gila Bend, Florencie, así como en las áreas metropolitanas de Tucsón y Phoenix, y en Los Angeles y San José, California... Además de ellos, continúa habiendo pequeños asentamientos aislados en Sonora, México, ninguno a más de 100 millas de distancia de la frontera. La mayoría de los menos de 200 Pápagos mexicanos vivían en Caborca, Sonora, en 1980 [que es el año en que Fontana escribió lo anterior], trabajando como obreros, aunque la mayoría tenían intereses en algún pequeño rancho que visitaban en ocasión. Su posesión de tierras en Sonora, con excepción del ejido Pápago de Pozo Verde, estaba en situación precaria en 1980, aunque el Instituto Nacional Indigenista de México hacía esfuerzos para obtener su posesión de la tierra, en las pocas que les quedaban."


Además, Paul Ezell ha escrito de ellos "En el comienzo [de la cultura europea], los españoles se referían a los habitantes de los valles Río Santa Cruz y del San Pedro, como Sobaipuris o Pimas Sobaipuris, ... [aunque] no se han encontrado ejemplos en los que un español escribiera Akimel Oódham o Tohono Oódham, expresando conceptos de diferencia fundamental entre dos tipos de subsistencia. Manje escribió en 1699 que los misioneros Jesuitas y él habían "encontrado, visto y cristianizado a gran parte de la nación Pima, Soba y Sobaipuris que, aunque en diferentes regiones y facciones, es una y la misma [al igual] que el lenguaje que hablan con poca diferencia entre éste y aquél verbo o nombre ... Los Papabotas que viven hacia el Noroeste [de la misión de Dolores] quienes hablan la misma lengua, y los Yuma y Maricopa de otra totalmente distinta.. "

Finalmente, citando la tesis de doctorado de Guillermo Castillo, publicada el 2010  "Hoy día la mayoría de los Tohono Odham sonorenses viven en ciudades del noroeste de Sonora, a excepción de unos cuantos que habitan en el pequeño pueblo de Quitovac y las comunidades rurales próximas a la línea fronteriza con Arizona como San Francisquito, el Cubabi, el Cumarito, el Bajío y Pozo Verde; estas últimas cinco comunidades cuentan en su conjunto con menos de quince o veinte Odham. Actualmente, los Odham están lejos del patrón "clásico" atribuido a los grupos étnicos en México —y en buena parte de Latinoamérica— por la antropología. No viven juntos en comunidad en un territorio rural definido. Tampoco conservan las formas de organización social propias de un grupo de personas con la misma ascendencia étnica y con pertenencia a una misma "comunidad". Las principales ciudades donde habitan los Odham en Sonora son Caborca, Sonoyta, Puerto Peñasco, aunque también algunos residen en las poblaciones urbanas de Magdalena de Kino, Pitiquito y San Luis Río Colorado."

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