La medición de Los Nogales
Esta serie
de artículos toca el tema de las relaciones entre Nogales, el resto de México,
y Estados Unidos. Es un asunto
pertinente a nuestra región, no únicamente en relación con el tema en cuestión,
sino también debido a que la nuestra, que es actualmente una zona periférica
para el centro del país y entonces no lo
era, jugó entonces un papel primordial.
Por eso es que relaciono el tema de lo nacional e internacional con lo
local para esa época.
Al mismo
tiempo en que se realizaba la lucha en
el centro de México durante el que resultó último periodo en la presidencia de
Antonio López de Santa Anna, también ocurría otra pugna en Sonora con las
mismas banderas: entre Conservadores y Federales, entre José María Gándara
Gortari y José de Urrea Elías. Mientras que Gándara había nacido en Aigame, al
Este de Hermosillo, Urrea lo había llegado a la vida en Tucsón, Sonora, y era
pariente del denunciante de Los Nogales. Por 1844, en Sonora, Gándara compraría
la "abandonada" misión de Tumacácori en Guaymas, a pesar de que aún
Trinidad García Rojas, su sacerdote la
atendía, y aún celebraba los sacramentos en el lugar. Era este un indicador de
que la época misional llegaba a su fin en la región que alguna vez fuera conocida
como Pimería Alta.
El Estado
de Sonora, que en 1830 alcanzaba una población de aproximadamente 200 mil habitantes, había nacido ese mismo año y su población
seguiría en aumento hasta finales de la década siguiente. Políticamente, el 14
de marzo de 1831 se hacía efectiva esta división del Estado de Occidente, que
formaba a los actuales Sonora y Sinaloa, el que a su vez había sido formado en
1824.
En 1832, en el centro-sur de la entidad había sido derrotada definitivamente en Soyopa la
rebelión Yaqui de Juan Bandera, mientras que en el Norte de la entidad el acontecimiento
principal de ese año fue la dedicación de la nueva iglesia de Magdalena, la
misma que conocemos hoy (y que muestro en la imagen adjunta en donde aparecen las ruinas de la iglesia Jesuita, que es la misma en la que fue inhumado Kino, y la actual, que se encuentra en servicio actualmente), la que fue construida por los Franciscanos para reemplazar a
la anterior Jesuita. Este templo había sido construido para conmemorar el reciente
cambio de fechas, del 3 de diciembre al 3 de octubre, entre los días de San
Francisco de Asís, patrón de los Franciscanos, y San Francisco Xavier, que lo
era de los Jesuitas.
Hsbía hasta una leyenda que daba razón del cambio: la de
las mulas que se echaron al pasar por el lugar como signo de que San Francisco
de Asís se quería quedar allí. Con ello, se realizaba el sincretismo de un San
Francisco, con hábito franciscano aunque venerado acostado como San Francisco
Xavier, y al mismo tiempo se daba origen a la leyenda que cimentaría la
costumbre de levantar al santo, al visitarlo en Magdalena. Todo indicaba que el
ritmo de crecimiento de esa sociedad sería pacífico. Pero ese no es el tema
central de este artículo...
Así entramos al tema central de esta crónica
alrededor de la medición original de Los Nogales. En 1833 se presentaba en
Arizpe José Elías Redondo, quien fue hijo de francisco Elías González y
Balvanera Redondo y tendría entonces alrededor de 20 años de edad. No contamos
con una imagen suya, aunque sabemos que pertenecía a las familias más notables
del Norte de Sonora y tal vez debido a ello había escapado de una vida al
servicio de las armas. Además, fue pariente muy cercano de algunos diputados
estatales, lo que tal vez influyó en que José no participara en el movimiento
de independencia de México.
Entre otros pocos datos que se conservan de él es que había ido a California durante la fiebre del Oro, hecho sobre el que escribió un diario. Por 1864 fue el Prefecto del Distrito de Magdalena, en donde lo encontró y dibujó el angloamericano Ross Browne. Allí se le muestra como un individuo corpulento, montado en un caballo que se ve chico debido al tamaño de Elías, usando una barba estilo Imperial, de donde se ve que el individuo cuidaba su apariencia, unos bigotes tupidos estilo inglés, y aparentemente sin patillas; vestido a la usanza charra mexicana de aquellos años y completando el atuendo un sombrero estilo montecristi.
Sonora era por entonces un Estado eminentemente rural, y por lo tanto dependía de las actividades del campo para sobrevivir. Entre ellas se encontraba la ganadería , la agricultura practicada en las regiones favorables para ello, la minería, etc.
En su petición, Elías pedía la adjudicación del título del rancho de Casita, que su familia había poseído, decía, por más de 90 años. Sin embargo, poco tiempo después regresó, ahora con la petición que también se le adjudicaran las demasías, aunque no le dio seguimiento a su petición.
Pasó el tiempo, y no fue sino hasta 1841 cuando pidió : “la remedida del terreno que comprenda el Rancho La Casita, como para la mensura de los huecos y valdíos (sic) que necesitamos”. Como consecuencia, se midió Casita y se ordenó la integración de un expediente por separado para los baldíos que se denunciaban, los que con el tiempo se convirtieron en Los Nogales de Elías. Para entonces, su padre había fallecido y su madre había vuelto a casar con Francisco Tolano.
El momento en que Elías denuncia Los Nogales, ya habían aflorado diferencias regionales acerca del tipo de gobierno que se deseaba para Sonora:, si federalista, que era la orientación por la que se inclinaba el Norte de la entidad, encabezada el Gral Urrea, nacido en Tucsón, Sonora y pariente lejano de José Elías; o el Sur que se orientaba por el centralismo, tendencia que encabezó principalmente Manuel María Gándara Gortari, nacido en Aigame, cerca de Hermosillo.
Los nombres originales del lugar que se medía
entonces no prosperaron. Como ejemplo
tenemos a Cucurisulaqui, que no sabemos
lo que significaba ni dónde se encontraba dentro de la mancha urbana
actual de Nogales, sino que al rancho se le dio el de los árboles de nogal
(juglans microcarpa) que crecían en las márgenes del arroyo y hoy han desaparecido casi totalmente debido a
que su madera fue utilizada en el crecimiento de esta población.
Don Francisco Navamuel, el agrimensor que había sido encargado de la tarea de medición, empezó su trabajo siguiendo el método ya utilizado en incontables ocasiones: este consistía en formar inicialmente una gran "I" (i latina Mayúscula) sobre el terreno. Para ello, primero ordenó que se encerara una cuerda de aproximadamente unos 42 mtros de longitud. A la cuerda, para facilidad de los asistentes en la medición, se le agregaron dos varejones, uno a cada lado, y a caballo se fueron contando las veces que se extendía en el recorrido la cuerda. Así se midió el cuerpo de la" I" a lo largo de la cañada, aprovechando las pequeñas lomas que se separan de las sierras laterales para que sirvieran de puntos intermedios; y luego se midieron, tanto en su extremo Norte como el Sur los travesaños que darían como origen al rectángulo que se intentaba marcar sobre el terreno.
En particular, en esta tarea se inició la medición en la mojonera central norte de Casita (situada en el puerto de Lomas, donde el puente de la Carretera Internacional No. 15 cruza hoy por encima de la vía férrea), un total de 340 cuerdas (
El 7 de enero de 1843 Elías compró ese terreno y se le concedió el título. Después construyó las casas del rancho en inmediaciones del actual paso a desnivel del camino a Patagonia, dentro del actual Nogales, Az. Es decir, el rancho de Los Nogales estaba situado tanto en Sonora como en Arizona actuales, mientras que las casas del rancho estuvieron ubicados en el actual Nogales, Arizona, cerca del puente a desnivel de donde parte la carretera a Patagonia.
Sobra agregar que la región de Los Nogales quedaba comprendida entonces totalmente dentro de Sonora, ya que la frontera internacional con el naciente Estados Unidos quedaba situada entonces muy hacia el Norte, y no se veía posibilidad de que cambiase con el tiempo.
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