Los antecedentes del 27 de agosto de 1918

Al iniciar la revolución mexicana, que comprende desde 1920 hasta 1918 en Nogales, la entonces villa, formada por unos 9 mil habitantes, abarcaba desde la frontera hasta la actual Plaza Hidalgo.

El primer periodo revolucionario, de 1910 a 1913 o sea el Maderismo, había pasado casi inadvertido aquí. Si acaso, dejó como única herencia la construcción de la Escuela Pestalozzi, inaugurada en 1912.

Sin embargo, el segundo periodo revolucionario, que comprendió de 1913 a 1915, ocasionado por  las pugnas interfaccionarias entre Constitucionalistas y Villistas, entre Calles y Maytorena, fue cuando Sonora se convirtió en escenario bélico de primer nivel para la revolución.

Aquí empezó la participación bélica de Sonora y de Nogales en la revolución; en Nogales empezaron sus vidas públicas los próceres revolucionarios Venustiano Carranza, Alvaro Obregón o el mismo Francisco Villa, quien vino en varias ocasiones a esta frontera. Esto se debió a que Nogales no podía escapar a su condición fronteriza, y las tendencias históricas mundiales que desembocaron en la Primera Guerra Mundial afectaron profundamente a esta población. Sin embargo, no es esta la ocasión de hacer una crónica de lo sucedido aquí, durante ese periodo, sino hablar de los procesos que culminaron el 27 de agosto de 1917.

Entonces, el escenario del teatro en  Estados Unidos era el siguiente: su presidente, Woodrow Wilson, debía preparar a la opinión pública, que en su mayoría era aislacionista,  para su participación en la guerra que se avecinaba; además, buscaba su reelección. También necesitaba un espacio para ejercitar a su ejército, que estaba formado por unas fuerzas armadas casi sin entrenamiento que no tenían la fuerza que alcanzaron posteriormente.

Finalmente, el incidente internacional de Columbus, Nuevo México, cuando Villa lo atacó en marzo de 1916, como venganza por el desconocimiento estadounidense a su facción, en opinión de algunos historiadores estadounidenses le cayó como anillo al dedo a  Wilson para preparar el escenario.
Este ataque alteraba la percepción aislacionista estadounidense, y su respuesta a la invasión de Nuevo México le serviría para combatir  las tendencias nacionalistas de los revolucionarios mexicanos, además que, organizando una expedición punitiva en contra de Villa, serviría para ejercitar las fuerzas militares estadounidenses. De esta manera envió al Gral. John J. Pershing, el mismo que dirigiría pocos meses después las fuerzas militares estadounidenses en el teatro bélico europeo, a que mandara la expedición punitiva que, sin pedir permiso a México, entró al territorio nacional con la intención de apoderarse de Villa.

El gobierno de Sonora, como consecuencia de lo anterior, ordenó que se realizara un inventario de las existencias de alimentos, y todo Sonora se llenó de rumores sobre cuándo se iniciaría la invasión al Estado.  Llegó a tal grado la sicosis, que toda la población nogalense fue evacuada en junio de ese 1916, y únicamente quedó un contingente de policías a cuidar la población.

Sin embargo, la verdadera intención del presidente Wilson no era abrir un segundo frente bélico tan cerca del territorio estadounidense, por lo que la situación fronteriza gradualmente volvió a la calma, aunque las acciones estadounidenses por el control de su territorio continuaron. En abril de 1917, Estados Unidos entraba a la I Guerra Mundial y ese diciembre fueron establecidos los requisitos de contar con un pasaporte para cruzar la frontera, en una justa medida para controlar su territorio, aunque se colocaron soldados a cuidar la frontera, los que, o bien no hablaban Español o no se dignaban advertir a quienes intentaban cruzar, que no lo hicieran por ese lugar, sino que simplemente les disparaban.

He documentado alrededor de diez incidentes internacionales que, si bien uno sólo es mucho para una frontera internacional, para aquella entonces pequeña población nogalense fue demasiado. Esto llevó al alcalde nogalense, Félix B. Peñaloza, a quejarse por escrito: "los atentados que en más de una ocasión se han registrado en esta frontera, provocando con sus desmanes un conflicto internacional que debemos evitar."
Pero no se le hizo caso...

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