Cómo era Nogales en 1960

Para comprender el cambio tan profundo que ocasionó sobre Nogales la industrialización fronteriza, podemos recorrer con la imaginación la pequeña ciudad que era esta frontera entonces. Alrededor de 1960, esta ciudad contaba con una población de apenas 37,659 habitantes, y la mancha urbana alcanzaba una superficie de 530 hectáreas, mientras que durante este último medio siglo su población creció cerca de 6 veces hasta 212,000 habitantes según el censo del 2010, y la mancha urbana lo hizo en ocho a  4,000 hectáreas también el 2010. (En seguida, muestro un mapa interactivo de Nogales en 1960)

Debo agregar, sin embargo, que el crecimiento de Nogales no fue únicamente local, sino que se debió a un creciente  proceso de urbanización mundial.


Recorramos con la imaginación a ese Nogales, y en primer lugar tenemos que el boulevard Luis Donaldo Colosio no existía todavía; sería construido como eriférico Reforma, es decir ya afuera de la mancha urbana, años después.

Además, partiendo como hoy de la calle Obregón y extendiéndose hacia el Oeste, la cañada más norteña de la mancha urbana, la Reforma, cuyo nombre se debía a que allí había estado un rancho de Don Alejando Villaseñor, quien había sido el dueño del terreno, iba por un camino de terracería hasta cerca del Panteón Nacional, el que no había sido partido en dos por la calle que lo atraviesa actualmente, aunque desde el panteón del Rosario casi no había casas sino pequeños ranchos; además, la Colonia Lomas de Fátima apenas se encontraba en el inicio de su construcción. Era un proyecto que pretendía adelantarse al tiempo y satisfacer la futura demanda de hogares. La única calle de ese rumbo que alcanzaba algo de extensión era la 5 de Febrero en donde se ubicaba la Zona Roja, aunque llegaba apenas poco antes de donde actualmente da vuelta hacia la derecha y asciende la loma para convertirse en Playa Cochorit y desembocar a la Colosio.

Más al Sur estaba la Colonia Granja, situada a lo largo de la Calzada los Nogales, calle que actualmente ha cambiado su nombre a Calle Tecnológico en honor de una institución que tampoco existía entonces; mientras que su calle paralela, la Hermosillo, pasaba por la actual Unidad Deportiva, que entonces únicamente era zona de captación de aguas del subsuelo para Nogales. Ambas calles, unidas, continuaban como vereda hasta el rastro municipal, situado en la actual Funeraria Municipal, dejando atrás uno que otro ranchito. Por otro lado, junto al rastro municipal se encontraba la garita poniente que definía al límite occidental del Perímetro Libre nogalense. Todo ésto mientras que la actual Colonia Kennedy tampoco había nacido todavía.

Y si continuamos nuestro viaje imaginario, siguiendo ahora a lo largo de la carretera Internacional hacia el Sur, llegaremos siguiendo veredas, ya que no existía todavía la Calle Plutarco Elías, a la entonces nueva estación de ferrocarril, construida en una zona que, se creía, continuaría despoblada por muchos años. Ni siquiera había sido iniciada la Colonia Virreyes. Únicamente estaban por allí la Zona Militar y la garita Sur del Perímetro Libre que rodeaba totalmente a Nogales y que se hallaba frente a los actuales corrales de la Aduana Federal.

Pero cambiando de rumbo en nuestro recorrido imaginario, y dirigiéndonos ahora hacia el Oriente, tenemos que tampoco la Colonia CTS-CROC había nacido mientras que la calle Celaya, por la que se llega a esa Colonia, a semejanza de una calle cerrada penetraba apenas unas cinco cuadras hasta cerca de unas cuevas que había por ese rumbo; y más al Norte, la calle Héroes llegaba hasta antes de subir la loma del panteón del mismo nombre, a la vez que la Calle Buenos Aires no se le unía aún. Y más hacia el Sur, las calles 5 de Mayo y el Camino a Cananea a duras penas partían de la Calle Ruiz Cortínes, sin que hubiera casas por ese rumbo. La Adolfo Ruiz Cortines, por otro lado, era únicamente una calle que tan sólo lo era de nombre, ya que, de terracería, iba siguiendo paralela al Arroyo Los Nogales, cuyo cauce recorría, descubierto desde la entrada de la Buenos Aires, por la mayor parte de aquel Nogales de entonces. Y las cañadas laterales, arroyos en realidad, recorrían la orografía nogalense con cauces a cielo abierto que no habían sido aún cubiertos: eso sucedía desde la Vázquez, la Buenos Aires y la Héroes, hasta la Tecnológico, la 5 de mayo o el Arroyo Los Nogales.

Ese era el Nogales de vísperas del enorme cambio que ocasionaría el crecimiento industrial que veríamos a partir de la década siguiente.

En  marzo de 1967, el gobierno del Estado de Sonora expropiaba un predio de 57 hectáreas al Sur de la entonces mancha urbana para establecer en ese terreno el Parque Industrial de Nogales, y en abril de 1969, el gobierno municipal le arrendaba a la compañía Parque Industrial de Nogales (PINSA) , un total de 46.1418 hectáreas para la construcción del primer parque industrial de esta frontera, que fue inaugurado en 1970.  Allí empezó todo.

Comentarios

  1. Interesante relato sobre todo para quienes nacieron fjera de esta noble Ciudad.

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