Los Pápago y la nueva frontera
Después de la firma del Tratado de la Mesilla, como ya vimos anteriormente, la región Pápago (el nombre Pápago se lo dieron los misioneros a la gente que comía frijoles "papavi oódham," mientras que ellos siempre se han autodesignado como Tohono Oódam) quedó dividida entre México y los Estados Unidos, así que sería sólo cuestión de tiempo para que los problemas derivados de la nueva frontera se manifestaran.
A esta situación le debemos agregar diferentes factores a través del tiempo, como el de que la violencia relacionada con los despojos del territorio Pápago a manos de ciudadanos mexicanos continuó durante aquellos años, ya que se les quitó de sus territorios en las regiones de Caborca, Pitiquito y Sonoyta, a pesar de que en 1928, el Presidente Plutarco Elías Calles había creado el Ejido de Pozo Verde, con una extensión de cerca de tres mil hectáreas.
Además, más recientemente se crearon las comunidades de Quitovac, San Francisquito, Las Norias y Pozo Prieto. Sin embargo, todas estas asignaciones de tierras, no abarcaron ni el 15% del territorio original indígena, además que no se asignaron recursos federales adecuados para desarrollar la región.
Desde otra perspectiva, en el lado estadounidense de la frontera se creó la Reservación Pápago en Arizona, que comprende dos regiones, una, la mayor, situada alrededor de su capital, en Sells, Arizona, y otra menor cerca de Tucsón, Arizona, como se muestra en el mapa adjunto.
Todo a esta situación provocó que los Pápagos que habían quedado en la región de México emigraran a Estados Unidos buscando mejorar su situación económica. Así, mientras que en 1915 se calcula que habría unos 15,000 nativos Pápago en México, para 1980 sólo quedaban unos 400 viviendo en el país.
Sin embargo, esta crisis fronteriza estaba destinada a empeorar con el tiempo. Como factores que incidieron sobre la misma, tenemos el contrabando de drogas, que gradualmente fue obligado a alejarse de las regiones pobladas, como Nogales, y reorientada a otras zonas menos pobladas, como el desierto sonorense, hogar de los Pápagos desde siempre.
Además, las consecuencias del once de septiembre llevaron a una reorganización de las estructuras de seguridad interna estadounidense, acompañadas de una redefinición del papel de esa región dentro de las redes de seguridad nacional estadounidense, con lo que se transformó a la nación Pápago arizonense en un estado policiaco.
Por ejemplo, para la mayoría de los agentes de la Patrulla Fronteriza que trabajan en la región, es muy difícil distinguir entre los habitantes habituales Pápago y los mexicanos que intentan cruzar la frontera, lo que ha ocasionado actos de violencia.
Otro ejemplo ocurría cuando los nativos Pápago intentaban cruzar la frontera a través de la puerta de San Miguel (cerca del Sásabe) haciendo uso de una Tarjeta de Identificación que les autoriza a hacerlo. A los que intentaban hacerlo, se les cuestionaba y a veces se registraba el vehículo en que viajaban, en búsqueda de drogas o algún otro tipo de contrabando. Todo lo anterior ha desalentado a los habitantes de edad mayor para que intenten cruzar, ya que así evitan el asedio policiaco, las manifestaciones de falta de respeto u otras actitudes similares.
Además, los Pápago que viven en México, y que no tienen Tarjetas de Identificación, definitivamente no pueden cruzar a los Estados Unidos, ya que los agentes que emiten las credenciales en EUA se muestran reacios a ofrecer ciudadanía dual o triple.
Se calcula que actualmente habrá unos 24,000 Tohono Oódham en total, de los que unos 7,000 viven en Estados Unidos sin papeles, temerosos de ser deportados en cualquier momento, mientras que unos 1,500 viven en México sin poder cruzar la frontera hacia Estados Unidos, al no contar con la Tarjeta de Identificacion, que deben adquirir en Estados Unidos. Todo esto, mientras que en la frontera estadounidense con Canadá, hace cientos de años, gracias a Tratados firmados entonces, sus nativos pueden viajar libremente a través de esos otros límites.
Estas son algunas, obviamente no todas, las causas que están redefiniendo el papel del territorio Pápago dentro de las relaciones entre México y Estados Unidos.
A esta situación le debemos agregar diferentes factores a través del tiempo, como el de que la violencia relacionada con los despojos del territorio Pápago a manos de ciudadanos mexicanos continuó durante aquellos años, ya que se les quitó de sus territorios en las regiones de Caborca, Pitiquito y Sonoyta, a pesar de que en 1928, el Presidente Plutarco Elías Calles había creado el Ejido de Pozo Verde, con una extensión de cerca de tres mil hectáreas.
Además, más recientemente se crearon las comunidades de Quitovac, San Francisquito, Las Norias y Pozo Prieto. Sin embargo, todas estas asignaciones de tierras, no abarcaron ni el 15% del territorio original indígena, además que no se asignaron recursos federales adecuados para desarrollar la región.
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| Territorio ancestral |
Desde otra perspectiva, en el lado estadounidense de la frontera se creó la Reservación Pápago en Arizona, que comprende dos regiones, una, la mayor, situada alrededor de su capital, en Sells, Arizona, y otra menor cerca de Tucsón, Arizona, como se muestra en el mapa adjunto.
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| Reservacion en Arizona |
Todo a esta situación provocó que los Pápagos que habían quedado en la región de México emigraran a Estados Unidos buscando mejorar su situación económica. Así, mientras que en 1915 se calcula que habría unos 15,000 nativos Pápago en México, para 1980 sólo quedaban unos 400 viviendo en el país.
Sin embargo, esta crisis fronteriza estaba destinada a empeorar con el tiempo. Como factores que incidieron sobre la misma, tenemos el contrabando de drogas, que gradualmente fue obligado a alejarse de las regiones pobladas, como Nogales, y reorientada a otras zonas menos pobladas, como el desierto sonorense, hogar de los Pápagos desde siempre.
Además, las consecuencias del once de septiembre llevaron a una reorganización de las estructuras de seguridad interna estadounidense, acompañadas de una redefinición del papel de esa región dentro de las redes de seguridad nacional estadounidense, con lo que se transformó a la nación Pápago arizonense en un estado policiaco.
Por ejemplo, para la mayoría de los agentes de la Patrulla Fronteriza que trabajan en la región, es muy difícil distinguir entre los habitantes habituales Pápago y los mexicanos que intentan cruzar la frontera, lo que ha ocasionado actos de violencia.
Otro ejemplo ocurría cuando los nativos Pápago intentaban cruzar la frontera a través de la puerta de San Miguel (cerca del Sásabe) haciendo uso de una Tarjeta de Identificación que les autoriza a hacerlo. A los que intentaban hacerlo, se les cuestionaba y a veces se registraba el vehículo en que viajaban, en búsqueda de drogas o algún otro tipo de contrabando. Todo lo anterior ha desalentado a los habitantes de edad mayor para que intenten cruzar, ya que así evitan el asedio policiaco, las manifestaciones de falta de respeto u otras actitudes similares.
Además, los Pápago que viven en México, y que no tienen Tarjetas de Identificación, definitivamente no pueden cruzar a los Estados Unidos, ya que los agentes que emiten las credenciales en EUA se muestran reacios a ofrecer ciudadanía dual o triple.
Se calcula que actualmente habrá unos 24,000 Tohono Oódham en total, de los que unos 7,000 viven en Estados Unidos sin papeles, temerosos de ser deportados en cualquier momento, mientras que unos 1,500 viven en México sin poder cruzar la frontera hacia Estados Unidos, al no contar con la Tarjeta de Identificacion, que deben adquirir en Estados Unidos. Todo esto, mientras que en la frontera estadounidense con Canadá, hace cientos de años, gracias a Tratados firmados entonces, sus nativos pueden viajar libremente a través de esos otros límites.
Estas son algunas, obviamente no todas, las causas que están redefiniendo el papel del territorio Pápago dentro de las relaciones entre México y Estados Unidos.
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