Los Apaches en La Arizona

Mapa de Sonora con la firma de Clarke
Ya conocimos, en el artículo anterior de esta serie, acerca de la campaña militar contra el Apache Gerónimo en los Picachos de Santa Bárbara, al Sureste de Nogales, durante aquel ya lejano mayo de 1886, cuando esta hoy ciudad apenas cumplía dos años de edad.

Tte. Powhatan Clarke
De este suceso conservo un mapa plegadizo, en forma de libro, de Sonora que lleva la firma de Powhatan Clarke, quien lo dejó en La Arizona.

Este rancho, como ya mencioné en un artículo anterior, le pertenecía a un bisabuelo del autor de estas líneas. Entre paréntesis, el nombre de La Arizona le sería heredado al actual Estado de la Unión Americana, debido a la fama mundial que adquirió el lugar (junto con las cercanas Planchas de Plata) durante el siglo XIX.

Después de esa batalla, las fuerzas estadounidenses bajaron al río Santa Cruz a descansar y a dormir, aunque cuando volvieron a subir la sierra, encontraron que los Apaches habían escapado durante esa noche. De ese combate nos ha quedado el grabado que realizara Frederick Remington (grabado que ya mostré en el artículo anterior de esta serie), y en el que es asombroso el parecido físico que muestran, tanto el Tte. Powhatan Clarke como el Cabo Scott a su aspecto real; así como, quien conozca la sierra de los Picachos, a la difícil y empinada falda que tienen, según se aprecia en la fotografía adjunta.

Los Picachos de Sta Barbara
Después de esos sucesos, los Apaches decidieron cruzar la vía férrea y dirigirse al Oeste de Nogales, al rancho de La Arizona. Ahora le tocaría a las fuerzas militares mexicanas enfrentarse a los Apaches de Gerónimo. Con ese fin, el Prefecto del Distrito de Altar, Lorenzo Chavarín, fue a la Arizona al mando de 70 hombres a cortarles el paso.

Se logró hacer contacto con ellos en el Cañón de las Avispas, aunque con un resultado pésimo, ya que los indios mataron a dos hombres, tres más fueron heridos y se perdieron 30 caballos. Las Avispas es un verde cañón que se encuentra en el camino de Nogales al actual rancho de la Esmeralda, antes Las Borregas, que perteneciera a un abuelo del autor de este artículo.

Los datos anteriores los obtuve del parte militar del encuentro, aunque siempre me preguntaba la razón del extraño nombre de Las Avispas. Esa pregunta duró hasta que visité esa cañada: el cielo se obscurecía literalmente por millares, si no millones, de una especie de inofensivas avispas que volaban en todo su contorno después de no sé cuántos años. Así surgió otra duda: la causa de que haya tanta avispa en ese lugar..



Pero regresando a la crónica, el 12 de mayo se iniciaba otro enfrentamiento con los Apaches en el mismo cañón, aunque los indígenas quemaron el monte para hacer después un rodeo y atacar por la retaguardia, por lo que los soldados decidieron ir a pernoctar a La Arizona.

Un día después los Apaches habían escapado nuevamente, y no fue sino hasta el día 18 en que fueron hallados los cadáveres de tres personas en Planchas de Plata: J. Sullivan, D. Mac Karty, y de un empleado de La Arizona, Torcuato de la Huerta, según lo reza el parte relacionado:

"Son las 8 de La noche. Acaba de llegar a este lugar c. C Bartolo Yncan diciendo: que estando èl en el mineral de Las Planchas de Plata hoy a eso de las cinco de la tarde pasò por ese mineral para Nogales el C. Torcuato de la Huerta, sirviente de Guillermo Barnett ( de la Arizona)  y que antes de una hora, es decir a las seis de la misma, llegò a ese mineral el caballo que montaba Torcuato con dos heridas, una en el pecho y la otra en  la palomilla, que inmediatamente que vio al caballo en ese estado, sin averiguar nada, se vino a este lugar a dar parte de la desgraciada ocurrencia, y se supone que la muerte de Torcuato sea un hecho." 


Un amigo de Guaymas, Horacio Vázquez del Mercado, me acaba de informar que este Torcuato de la Huerta fue medio hermano de Adolfo de la Huerta Marcor, quien fuera Gobernador de Sonora (1919 a 1921) y Presidente de la República (1920), ya que, al igual que el personaje de la revolución, también fue hijo de Torcuato de la Huerta Armenta.

Pero regresando a la crónica, los indios, por su lado, no esperaron y poco después robaban ganado de  La Arizona. Este suceso le tocó presenciar a mi abuelo, quien recordaba el haber escapado milagrosamente del encuentro. Mi bisabuelo logró recuperar ese ganado, mientras que los Apaches pasaron por la Mina del Promontorio en donde mataron a Santos García, según lo informaría el Comisario de Policía de la Plomosa. Las circunstancias de la siguiente cita nos dicen que los Apaches habían utilizado para entonces toda su munición:

"pasaron a las nueve de la mañana por Promontorio, asesinando a su paso al que fue Santos García (a) Palangana, que lo mataron a puñaladas a mil varas de este mineral. Los persiguió Abelardo Aguirre con nueve hombres inmediatamente, y en el trecho que los siguió mataron a seis bestias también a puñaladas..."

Después se dirigirían al Distrito de Arizpe, y a su paso por el actual Agua Prieta, mataron a otro bisabuelo mío, Jesús Gaxiola.

No sería sino hasta septiembre en que Gerónimo se rindió ante las fueras estadounidenses, del lado estadounidense de la frontera, a unos kilómetros de donde había nacido hacía 57 años; mientras sucedía ésto, un niño que nació ese año en La Arizona recibió el nombre de Gerónimo Barnett.


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