La competencia entre el Estado y la Iglesia por la oferta de educación superior

En el artículo anterior de esta serie me asomé al tema de la historia de la educación superior en Sonora después de la reanudación del culto religioso. Ahora me paso a los detalles de cómo ocurrió ese proceso.

La iniciativa de la educación sonorense siempre la tuvo el Estado. En Nogales la educación superior se inauguró con la fundación, en septiembre de 1930, de la primera escuela secundaria federal ubicada afuera de la Cd. de México.  Por otro lado, y desde la óptica religiosa nogalense, la primera escuela religiosa fue resultado de una iniciativa del Obispo Juan Navarrete, y consistía en la inauguración de la escuela primaria Juan Bosco, en septiembre de 1938, cuya oferta educativa siempre ha sido totalmente gratuita.

La razón de la atención eclesial para ofrecer educación a las clases más desposeídas nos la proporciona una carta, ya citada en el artículo anterior de esta serie. Fue una misiva de Francisco de la Torre a su madre, fechada en julio 15 de 1944 en la que detectamos cierta animadversión entre el joven de la Torre y el Obispo, la que nos muestra que había diferencias ideológicas en el cuerpo eclesial sonorense acerca de a qué clases sociales se dirigiría la educación, diferencias que llegaron a influenciar, como todo lo humano, a actitudes personales.

“Llegó el tren,  entregué mis maletas al porter, y fui a reunirme a la bolita alrededor del Sr. Navarrete; su Excelencia me dio la espalda, y no se dignó dirigirme una palabra, hasta que yo, por mi cuenta, traté de meterme en la  conversación. A la hora de subir al tren, lo mismo, me volvió la espalda de mala manera. A pesar de todo yo disimulé sus groserías episcopales, y lo seguí y me senté con él a platicar un rato. El comenzó por echarme un discurso (su tema de siempre) que en Sonora estaban aislados porque estaban en tierra de misión, y que allí no necesitaban colegios de ricos, sino de pobres…”

Para entonces ya había sido fundada la escuela preparatoria nogalense laica, en 1939, mientras que por entonces se ponían en marcha también  aquí, en Nogales, una serie de instituciones religiosas educativas, todas de paga. Así estuvieron la Escuela Eusebio Francisco Kino, que fue abierta en 1942 y proyectada para atender a niños de clase media. En seguida, cuando ya se había asentado firmemente la Iglesia en Nogales después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946 fue fundada la escuela primaria, inicialmente  para varones, Fray Pedro de Gante, escuela que sirvió como antecedente de la primera escuela Secundaria religiosa nogalense, abierta en 1958 y preparatoria en  1983.

Sin embargo, tal vez como indicador de la persistencia de cierta animadversión entre el Obispo Navarrete y el grupo religioso nogalense, está el hecho que consigna la biografía oficial del Padre Alfonso de la Torre de que:

“para 1963 la población nogalense había aumentado considerablemente y, en consecuencia, a partir del tercer día de agosto, se había decretado la división de la parroquia: en el Norte quedaría la antigua, la Purísima Concepción de María; en el Sur estaría la nueva, la de Nuestra Señora de Guadalupe [que el mismo Padre Ignacio de la Torre había concebido y luchado por construir hasta terminarla] … El Reverendísimo señor Juan Navarrete, por razones que sólo la Providencia determinó, eligió a otro párroco. Este, no obstante, declinó el nombramiento y, por lo tanto, le tocó finalmente al Padre José Ignacio”

Francisco Navarrete, Juan Navarrete y Javier de León
Imagen proporcionada por Horacio Vázquez del M.
En la fotografía de la izquierda, cortesía de un amigo, Horacio Vázquez del Mercado aparecen, de izquierda a derecha, el Padre Francisco Navarrete, hermano del obispo, y quien fuera muy estimado en Guaymas. 
Al centro se encuentra el Obispo Don Juan Navarrete, y a la derecha el Padre Javier de León, cuyo nombre verdadero era Irving Houghton Wenworth. Fue hijo de un estadounidense del mismo nombre y de la mexicana María Dolores Castillo de León. De donde adoptó el nombre con que se le conoce: Javier de León. 

Bueno, por entonces, en Hermosillo, el Padre Javier de León  fundaba el Colegio Regis el 15 de octubre de 1944, y en 1952, el Obispo Navarrete solicitaba a Roma que vinieran a Sonora los Hermanos de las Escuelas Cristianas (lasallistas), maestros profesionales, los que llegaron hasta 1955, lo que profesionalizó la enseñanza de naturaleza religiosa en Sonora.

Ese mismo año, el 19 de junio, el Obispo de Sonora, desde las alturas del camino de la nueva Colonia Chula Vista en Nogales, Sonora, bendecía las obras de la nueva colonia Lomas de Fátima, y horas más tarde se realizó la  inauguración oficial y entrega de una escuela, un parque, terrenos para un nuevo templo y un monumento a Cristo Rey, para una guardería infantil, un dispensario médico, así como para la construcción de un “... Colegio interno de varones, Colegio interno para señoritas, y, sobre todo, para hacer un Instituto Tecnológico que tanto necesitamos...”

Hoy, retrospectivamente sabemos que este último proyecto no se realizó, ya que el honor de ser la primera institución que ofreció educación tecnológica superior le correspondió al Instituto Tecnológico de Nogales, una institución laica, que abrió sus puertas en 1975.

Obviamente, no es ésta una historia exhaustiva de la educación superior, tanto laica como religiosa en Sonora, aunque solicito la comprensión del lector, ya que el espacio de que dispongo no es suficiente para cubrir este extensísimo tema.

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