Arizona durante la guerra de 1848
Vimos, en el artículo anterior de esta serie, la situación
prebélica en Arizona y el Norte de México, así como los bandazos políticos
entre centralistas y federalistas que ocurrían tanto en lo nacional como
sonorense.
Aquí, en Sonora, el General
José Urrea, aprovechando haber sido nombrado interinamente como Gobernador y
Comandante Militar de Sonora, en febrero de 1845 lanzó un plan para dominar a
los Apaches a través de una especie de “volantas” defensivas. Cerca de la
frontera actual, el Crnl. José Maria Martínez, de Tubac, fue seleccionado para
ocupar un campamento militar en Agua Caliente (situado justo al Sur de Casita),
mientras que en El Alamo (actual Mesa del Alamo, situada al Sureste de Magdalena),
habría otro campamento militar para vigilar las veredas situadas entre
Magdalena y Cucurpe. Como éstas, habría más bases por todo el Estado.
Sin embargo, el
Presidente José Joaquín de Herrera cambió de idea, y a fines de ese febrero
ordenó que Urrea entregara el mando, lo que éste hizo en abril y José María
Gaxiola tomó posesión como Gobernador. Este hecho definió el final de la vida pública
de Urrea, ya que se iría a otras regiones del país y moriría en Durango en
1849.
Después de la salida
de Urrea, los gandaristas se levantaron en armas nuevamente en agosto de ese
1845, precisamente cuando el Padre Trinidad García Rojas, desde su base en San Ignacio, realizaba otra
visita a la región del río Santa Cruz en la que, en Tumacácori bautizó a un niño, en
Tubac a ocho infantes más, para después, en San Xavier, otorgarle el sacramento
a siete y un poco más adelante, en Tucsón, bautizaría a 27. El número de
bautismos, como lo vemos, fue mayor en Tucsón que en los demás poblados de la Pimería Alta, nos
indica que allí se habían concentrado
los habitantes gracias a la protección brindada por ese Presidio contra los asaltos Apaches.
No hablaré aquí sobre
el desarrollo de la “guerra del 48” en México o en Sonora, ya que es de todos conocida, sino que me
centraré en la región del noroeste de México, aunque en la Pimería Alta ésta no
tuvo mayores repercusiones, aunque nos sirve esta crónica para obtener una imagen de cómo era la situación general de esta región durante ese periodo. En mayo de 1846, cuando Estados Unidos anexaba
Texas y el Presidente James A. Polk declaraba que Estados Unidos se encontraba
en guerra con México, el Padre García Rojas iniciaba su visita anual a las
antiguas misiones del río Santa Cruz. Ahora el primer lugar que visitó fue Tucsón donde realizó 19
bautismos; después, en Tubac les otorgó el sacramento a diez infantes, de los
que siete eran hijos naturales y hasta allí llega el reporte.
Por entonces, la
situación en México había empeorado. El presidente, centralista, Gral. Mariano Paredes y
Arrillaga, fue depuesto y sustituido por un gobierno federal, encabezado por
quién otro sino por Antonio López de Santa Anna, mientras que en Sonora, el Comandante Militar, Mariano
Cuesta, deponía ahora al gobernador centralista, José María Gaxiola, y lo sustituía
con el hermano de Gándara, Juan Bautista, quien así inauguraba un gobierno federalista en el Estado. Con ello, también nuevamente se anunciaba el
ascenso al poder de esta familia.
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St George Cooke |
De allí, el batallón
se dirigió un poco más al Norte de Fronteras y después hacia el río San Pedro.
Pasaron por Palominas y por San Rafael del Valle, y poco más adelante llegaron
a Tucsón, en donde los soldados mexicanos no sabían qué hacer, aunque el
batallón mormón continuó su camino y pasó por Picacho para dirigirse después a
California. A ésto se redujo el impacto de la guerra en la Pimería Alta, aunque
en otros lugares de Sonora, como Guaymas, sí tuvo repercusiones ésta.
En diciembre de 1846 se
realizaban elecciones en Sonora y Don Luis Redondo, de Altar y pariente de los Gándara, resultó
ser Gobernador, además que el 18 de febrero de 1847 el Congreso le otorgó
facultades extraordinarias para combatir a los estadounidenses, aunque para
mayo siguiente entregó el poder, y Manuel María Gándara asumió nuevamente el
gobierno sonorense. Fue entonces que el Padre García Rojas realizó otra visita
sacramental. En Tumacácori bautizó a un niño, y más adelante, en Tucsón y en San
Xavier bautizó a 26 niños en total.
Para septiembre, el
Capitán Antonio Comadurán, Comandante de Tucsón, lograba un triunfo contra los
apaches: en el cañón Arivaipa logró matar a 16 guerreros, siete mujeres y
cuatro niños, además de apoderarse de 14 Apaches, a cambio de 2 soldados
muertos y 4 soldados heridos. Finalmente, en febrero de 1848 se llegaba a un
armisticio bélico, aunque fueron necesarios algunos meses más para realizar la firma del
Tratado de Guadalupe-Hidalgo.
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