Anza en Tubac
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Juan Bautista de Anza |
En el artículo anterior mencioné que Juan Bautista de Anza fue el primer
comandante del Presidio de Tubac. Pero no es así y agradezco al acucioso lector
que me subrayó el error. Cuando fueron establecidos los Presidios de la Pimería Alta como consecuencia
de la rebelión de Luis de Sáric, en 1751, se escogió temporalmente al poblado de Santa Ana
(situado al Sur de Magdalena, aunque en la margen Oeste del
río Magdalena) como base de operaciones, y su primer comandante fue Tomás de Belderrain.
Sin embargo, para junio de 1752 el Gobernador,
Diego Ortiz Parrilla se había decidido por Tubac como ubicación permanente del
nuevo presidio, lugar en donde se había rendido Luis de Sáric, mientras que en
El Ocuca, al Este de Santa Ana se quedarían 20 soldados a reforzar la protección contra los nativos.
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Lugares mencionados en el texto |
Sin embargo, a pesar de este incremento de
las defensas regionales, las muertes ocasionadas por rebeldes nativos, continuaron
en el río Santa Cruz durante toda esa década. Su atrevimiento los llevó a
atacar el corral de caballos que había dentro del pueblo de Guevavi, y en otra ocasión se robaron las mulas que tenía
Don Nicolás Romero, mientras que en otro ataque más se robaron toda la
caballada de Ignacio Romero, quienes vivían en los ranchos Buenavista y Santa Bárbara, situados al Este del actual
Nogales, que obviamente no existía entonces.
De esta
manera, todos los ranchos, desde Guevavi, al Norte del actual Nogales, Buenavista, al Este y hasta Santa Bárbara, eran
constantemente atacados por los rebeldes. A estas calamidades les sucedió la
muerte de los promotores de la conquista en la Pimería Alta. Primero, la del
Padre Ignacio Keller de Suamca (actual Santa Cruz), cuando a mediados de agosto
de 1759, enfermo, fue a socorrer espiritualmente a un neófito del Norte y allí
le tocó fallecer, y un mes después el Comandante del Presidio de Tubac, el Capitán
Juan Tomás de Belderrain también falleció y fue enterrado en la recién
terminada iglesia de Guevavi.
En 1760 lo sucedía Juan Bautista de Anza en
la Comandancia de Tubac quien, a pesar de no ser el primer comandante de Tubac,
se encargó de conducirlo durante la época más difícil por que pasó ese presidio.
Anza había nacido en Fronteras, tenía 24 años de edad, y entre sus primeras
acciones estuvo la de comprar, en mil pesos, la casa de la viuda de Belderrain,
María Theresa Butrón y Muxica, hija del Barón Prudón que había sido dueño del
Arizona (actual ejido situado al Suroeste de Nogales), y allí llevó a vivir a
su madre, María Rosa Becerra Nieto, hasta que falleció y fue enterrada también en Guevavi, a un lado
de Belderrain.
El decaimiento de la población de la
Pimería Alta continuó durante esa década, por lo que el Gobernador Interino,
José Tienda De Cuervo firmó, en 1762, una orden para que los indios Sobaipuris
que vivían en las márgenes del río San Pedro, se cambiaran al Santa Cruz, por
lo que unos 250 indígenas se movieron a Tucsón, a Suamca y Sonoita (al Este de
Patagonia, que entonces no existía). Y se le encargó esta tarea al patriarca de
otra familia prominente en la región, el
Capitán Francisco Elías González. Pero esta relocalización poblacional no tuvo
efectos duraderos. Continuaron los asesinatos por Apaches de los colonos que vivían en las
márgenes del Río Santa Cruz.
Así fue cómo en octubre de 1763 se reunieron
los colonos que vivían en Buenavista, en San Luis y Santa Bárbara, y fueron a Tubac a pedirle a Anza permiso
para poderse cambiar. Llevaban, para convencerlo, el cadáver de Victoria
Carrasco, su cuñada por haber estado casada con Francisco, hermano de Anza. Había vivido en el rancho
Divisaderos y luego en Buenavista, en donde murió. Así, Anza aprobó la
relocalización y los ranchos de Buenavista, San Luis y Santa Bárbara fueron
abandonados como centros de población.
Por otro lado, se avecinaban cambios
profundísimos en la administración religiosa y secular de la región. En 1767 se
ordenó la expulsión de todos los misioneros Jesuitas de los dominios Españoles,
por lo que las misiones sonorenses quedaron a la deriva mientras que los
sustituía la orden Franciscana, y en 1772 el Rey Carlos III emitió una serie de
regulaciones sobre los presidios para hacerlos más eficientes. El encargado de
la tarea, Hugo O´Connor, decidió cambiar el presidio de
Tubac a un lugar nuevo, y el 20 de agosto de 1775 fundó el Presidio de San Agustín del
Tucsón. Esta es la fecha reconocida como la de fundación de la ciudad más
importante del Sur de Arizona.
Anza, no pudo realizar
la relocalización a Tucsón, ya que estaba entonces en Horcasitas reclutando
gente para las expediciones que encabezaría
a California, y el 23 de octubre partían de Tubac los expedicionarios
para abrir una ruta por tierra hacia el Norte de la costa del Pacífico,
descubriendo la Bahía de San Francisco en el proceso, mientras que el Cap Pedro
Allande y Saabedra fue nombrado primer Comandante de Tucsón.
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