La etimología nativa de la región

Otro de los temas fundamentales de todo Sonora, ya que nos habla de su historia, radica en su toponimia, o sea el origen que tienen los distintos nombres, claramente indígenas, de los distintos poblados de nuestra región, por lo que en esta ocasión le dedicaré mi contribución a este tema.

Lenguajes tepimanos dentro de la tradición YutoAtzeca
Para empezar, es necesario explicar que la inmensa mayoría de lenguajes que se hablaban en la Costa del Pacífico mexicana pertenecían a la familia lingüística Yuto Azteca, con algunas pocas excepciones, como la de los Seris, que aunque se le ha intentado relacionar con los Yumanos y otros, actualmente se le considera un lenguaje aislado, o sea que no se le ha encontrado parentesco o relación con otros.

Pero aparte de ello, tenemos que esta aparente armonía lingüística de los lenguajes nativos del Noroeste mexicano y Suroeste estadounidense, en realidad no es tan sencilla, ya que si tomamos en cuenta la llamada “conexión tepimana,” o sea los hablantes de lenguajes Pima que hay desde Arizona, pasan por Sonora y llegan hasta Jalisco, entre los que se pueden mencionar en la región fronteriza entre Sonora y Arizona a los Pimas Altos o sea los akimel ojódjam (gente de los ríos) y los Tojono ojódjam (Pimas del desierto o Pápagos) (como se muestra en el mapa adjunto), existen otras relaciones lingüísticas que debemos considerar.

De esta manera, los lenguajes que se hablaban en toda esta región se encontraban tan íntimamente relacionados entre sí que, como lo dice un académico:  “es más probable que, hasta tiempos muy recientes, el Pima representaba una cadena de dialectos más  o menos continua que pertenecía a un mismo lenguaje.” O sea que, lingüísticamente los Pima, los Névome y Tepehuanes, estaban emparentados entre sí.

Un ejemplo claro de la diversidad lingüística original que menciono la encontramos en palabras que deberían tener una  raíz común,  como las que corresponden al "agua," que es un elemento absolutamente vital para esta región y por lo tanto debería originarse de una sola raíz lingüística. Y en relación con ello, tenemos que la palabra proto-Tepimana para agua es "su-taqui," palabra que se encuentra, de alguna forma, en todos los lenguajes Pimanos. Frente a esta palabra, tenemos por otro lado que la palabra Proto-Yuto-Azteca para agua  es "pa."

Estas dos raíces diferentes son utilizadas actualmente, y de esta manera prueban un origen lingüístico diverso. Eso lo encontramos en las márgenes del río Colorado en el actual Estados Unidos, en donde se ubica la ciudad de Havasu, que claramente se deriva de la primera raíz y que allí podría significar "su agua azul-verde," a la vez que más cerca de Nogales encontramos la raíz "ba" de claro origen yutoazteca, y que es utilizada como "bac" que en español significa lugar con carrizos. Este sería el origen de "San Javier del Bac."

Otro problema lingüístico que encuentra quien intenta reconstruir las raíces originales que le dieron nombre a algún lugar, radica en que los misioneros y primeros españoles que entraron a esta región, cuando llegaban a un lugar poblado, le daban el nombre de un santo seguido de cómo conocían los indígenas al mismo. Sin embargo, cuando los europeos escuchaban el nombre nativo para ese lugar y después lo escribían adoptando el sonido indígena a la ortografía española, corrompían su pronunciación original, ya que el Pimano tenía una pronunciación diferente al Español.

Podría extenderme sobre este otro tema, pero baste mencionar a dos ejemplos de esta corrupción lingüística de traducción.
  • Los nativos carecían de la letra "l" cuyo sonido más parecido en Español es una muy suave "r" 
  • o bien la "c" que era pronunciada como "ch" por los nativos.
Esto ocurre, por ejemplo, con la palabra original de "Salk," que al ser escrita quedó como "sar(i)k" a la que se le agregó en la pronunciación la "i" por eufonía española, y significaba "paso en la montaña" y así es como surgió el nombre de la antigua misión de "Santa Gertrudis del Sáric;"  o bien "aci" que significa "montaña angosta," la que se pronunciaba como "achi" y quedó como la misión de "Los Siete Príncipes del Atil."

El lugar más famoso de esta región con nombre claramente pimano corresponde a "cukson" que siguiendo lo dicho anteriormente se pronuncia algo así como "chucson,"  y significa "al pie del cerrito negro" y corresponde, lo adivinaron, a la población arizonense de "Tucsón" por estar ubicado al pie del Cerro de la A.

Igual sucede con la toponimia de otros lugares regionales como "Kawulk" que significa "cerro pequeño" y corresponde a la misión de "La Purísima Concepción de Nuestra Señora de Caborca", o bien "Ciew Da:m" ya que, como lo menciono anteriormente, debido a quee el indígena carecía de la pronunciación de nuestra "c", quedó como la combinación hispana de dos palabras nativas, "Tub" y "tam" que en la práctica quedaron como la misión de "San Pedro y San Pablo de Tubutama." Y así como éstas, hay infinidad de otros lugares regionales cuyos nombres conservan una etimología, interesantísima, aunque el espacio se me agota para extenderme sobre ellos (claro que, si el lector tiene alguna duda, por favor le pido que no vacile en hacérmela saber por un correo electrónico a mi  dirección  electrónica).

Más cerca de Nogales, y sobre las márgenes del río Santa Cruz, ya que ninguna fuente escrita nos habla de asentamientos dentro de la actual ciudad, aunque obviamente sí los hubo ya que han sido hallados sus restos, existieron asentamientos hoy ya desaparecidos que tuvieron nombres nativos como:  "Hasohuvaibca" situado en o cerca del actual San Lázaro, "Esquobag" situado un poco más río abajo; "Bísani" en o cerca del actual poblado de Los Picos. Al habitante de esta región el nombre le resultará familiar, ya que hay varios lugares con esa toponimia, la que se deriva de la palabra nativa "Bisan´´ que significa "arroyo pequeño y profundo". Pero continuando nuestro viaje imaginario siguiendo la margen del río Santa Cruz, y ya entrando al actual Municipio de Nogales, encontraremos al antiguo poblado indígena de  "Comacovitcam" cuyo nombre se debió de derivar de la palabra "com" que es utilizada en el árbol del "cúmaro," que corresponde al nombre Pima, ya que no es un nombre reconocido en el Español y se le daba a un árbol que crece en esta región, cuyo nombre científico es el "celtis reticulata." Finalmente, poco antes de cruzar la actual frontera con Estados Unidos llegaremos al antiguo "Bacoancos," que es otra palabra claramente derivada de la raíz yutoazteca de "bac" y cuya ubicación corresponde al actual poblado de San Luis o Mascareñas.

Y así como éstos, la mayoría de las regiones y poblaciones sonorenses conservan, en sus nombres, la historia de su origen, aunque el espacio de este artículo no me permite extenderme más sobre el tema.



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