La temporada de lluvias veraniegas en Sonora

Ya vimos en el artículo anterior de esta serie cómo fue que para los indígenas de todo Sonora, la temporada actual, de inicio de las lluvias veraniegas, equivalía al inicio del ciclo vital anual de la Tierra, o sea, desde la perspectiva moderna, correspondía al año nuevo. Esto sucedía y aún hoy conmemoran los Ojótam (Pápagos) con su ceremonia de la Wígita realizada en Quitovac; esto también conmemoran los Seris con su ceremonia anual; todos eventos que se realizan precisamente en esta temporada.

Ahora bien, durante el transcurso del año, en Sonora ocurren dos temporadas de lluvias, las veraniegas y las de invierno, las que tienen características muy distintas. Mientras que las precipitaciones veraniegas que inician en nuestra región empezando Julio son muy intensas, de corta duración y se presentan sobre pequeñas superficies de terreno; por otro lado, la temporada de lluvias invernales tienen como característica que son precipitaciones pausadas, las que pueden durar varias semanas y generalmente cubren todo el territorio sonorense; a éstas últimas se les llama "equipatas".

Pero regresando a la tormenta que acabamos de recibir este pasado 7 de julio en Nogales, tenemos que si intentamos encontrar cuánto llovió ese día en Nogales, nos encontramos con dos estadísticas pluviométricas, una para Nogales Sonora y otra para Arizona; ambas manejan periodos de tiempo muy disímiles, además que llegan a conclusiones muy diferentes. Veamos más a fondo estos datos: Mientras que para Nogales, Sonora, según INEGI, existen dos datos, ya que según el Cuaderno Estadístico Municipal, 2006, que es el último existente en línea, la precipitación promedio anual es de 436.9 mm de acuerdo a registros realizados entre 1986 y 2005. Por otro lado según Conagua (http://www.conagua.gob.mx/OCNO07/Noticias/2650%20Nogales.pdf) la precipitación promedio en Nogales es de 500.5 mm el periodo entre 1986 y 2003.

Estos datos se encuentran en total desacuerdo con los de Nogales, Arizona, para cuya población se han realizado mediciones desde 1890, y se encontró que allí existe una precipitación media anual de 449.83 mm.

Sea cual sea la realidad, hay que considerar además que esta cantidad de agua promedio anual  no es una garantía de que cada año habrá la misma cantidad de precipitación. Este promedio es solamente una aproximación de largo plazo a la cantidad de lluvia anual que cae sobre Nogales. En realidad hay años que llueve mucho y otros de sequía. Sin embargo, estos datos no son centrales para las conclusiones de este artículo, y únicamente los menciono para recalcar las dificultades existentes en encontrar estadísticas fidedignas.

Ahora bien, he leído en la prensa varias estimaciones de la lluvia que recibimos durante el 7 de julio pasado. Estas van desde un mínimo de alrededor de 25 milímetros hasta un máximo de 51. Intentando saber cuál fue la realidad, me dí a la tarea de investigar, y encontré que según la estimación satelital de ese día, cayeron sobre Nogales, Sonora, en total alrededor de 25 milímetros.

Pero además, si consideramos que la orografía de Ambos Nogales, va subiendo conforme uno se dirige hacia el Sur, ya que por ejemplo la esquina de Grand Ave con Mariposa, al Norte de Nogales, Arizona, está en los 1,147 metros sobre el nivel del mar, mientras que en la frontera misma, sobre la garita Dennis DeConcini se tiene una altura sobre el nivel del mar de 1,177 metros, que los 1,200 metros se alcanzan un poco más al norte de la Calle Basurto, por la Calle Obregón; los 1,250 msnm se alcanzan en el Parque Industrial; y finalmente, en el puente de Lomas, donde la carretera cruza la vía férrea, que es el parteaguas de la cuenca del Arroyo Los Nogales, se tocan los 1,320 msnm (En el mapa interactivo de abajo se ven las alturas)




Todo ésto nos dice que cualquier precipitación que ocurra sobre Nogales, Sonora, eventualmente tendrá que cruzar la frontera en la garita Dennis de Concini, ya que esta población es un gigantesco embudo, cuya boca se encuentra en la frontera misma.

Ahora bien, históricamente, en el municipio de Nogales se han registrado inundaciones en 1905, los veranos del 1909 y 1914,  la gran inundación del 7 de agosto de 1930, probablemente relacionada con algún huracán, la que dejó a una gran parte de la población sin casa en ambos Nogales, 5 vidas perdidas y daños enormes en infraestructura, pero acerca de esta tormenta profundizo más adelanto. Otra veraniega el 5 de julio de 1957 que causó cuatro muertes y dejó sin casa a 43 familias, y cuya consecuencia fue la construcción del represo de la Granja, además de la Colonia Ayuntamiento.

Inmediatamente después de la inundación de 1957 se calculaba que la cantidad mínima necesaria para reconstruir las casas de los damnificados sería de $60,000, aunque a fin de cuentas se realizó una colecta radial, y el gobierno municipal de entonces construyó 12 casas para los damnificados, las que tuvieron un costo de $46,728.15, del que $34,592.90 fueron resultado de la colecta pública, y $12,135.25 fueron aportados por el Ayuntamiento de Nogales, casas que fueron entregadas empezando 1958 y se encontraban ubicadas en la cima del Cerro de Ojeda, o sea el inmediato al Este del Edificio de la Presidencia Municipal de Nogales.

Ahora bien, si intentamos comparar los daños de esa tormenta que ocurriera dos días antes de la que acabamos de recibir, aunque con 57 años de diferencia, tenemos de inmediato que existeen diferencias enormes que no permiten hacer este análisis, ya que Ambos Nogales han ido creciendo lo mismo en población que en superficie urbana.

Lo que sí es indudable, y no ha cambiado, es que es imperiosa una respuesta preventiva de ambos gobiernos federales. Eso fue lo que ocurrió con la gran tormenta del 7 de agosto de 1930, que ya mencioné al empezar este artículo, ya que tuvo como consecuencia un estudio ordenado por el Congreso Estadounidense, y cuyo efecto inmediato fue la canalización del Arroyo Los Nogales.

En otras palabras, esta última tormenta nos está previniendo sobre el peligro en que se halla principalmente Nogales, Arizona, ya que se encuentra corriente debajo de cualquier tormenta. Todas el agua resultado de tormentas que ocurran sobre la mancha urbana de Nogales, Sonora, eventualmente tendrá que viajar hacia territorio estadounidense, debido a la topografía del lugar, por lo que es absolutamente necesario que la ciudad vecina tome ésto en consideración.

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