Inicios de la enseñanza superior en Nogales

Las pugnas ideológicas para construir una escuela secundaria en Nogales poco a poco se habían ido involucrando en su construcción, como hemos visto, aunque de cualquier manera era inevitable la inauguración de la educación superior en esta población.

Como antecedente, tenemos que en 1926 era recibido por el ayuntamiento local el Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, Luis N. Morones, a quien se le pidió la construcción, aquí, de una escuela secundaria “...de carácter complementario, la construcción del drenaje de la ciudad y la instalación de los servicios de agua y luz como propiedad del municipio...”, ya que estos últimos eran de extranjeros, con la pérdida para el país de aproximadamente $22,000 mensuales en rentas. Sin embargo, ésas eran peticiones prematuras.

Nogales, Sonora, crecía nuevamente durante esa década en población después de los años álgidos de la guerra. En primer lugar, debido a los deportados de Arizona; en segundo, debido a la guerra cristera (1926-1929) es que surgió un influjo de inmigrantes del centro del país a la frontera -refugiados de esa guerra- que el historiador inglés Alan Knight encuentra vienen de Aguascalientes, Colima, Jalisco, Michoacán y partes de Durango, Guanajuato y Zacatecas. 

Y fue precisamente debido al conflicto cristero que aquí, en Nogales, el 31 de julio de 1926 se verán largas colas de fieles que asistían por última vez a la iglesia de la Purísima Concepción antes de que fuera cerrada por las autoridades eclesiásticas, debido a la persecución callista.
El Prof Ramírez

En lo educativo, el proyecto cultural nacionalista había despegado con las Misiones Culturales Vasconcelistas, dirigidas por Rafael Ramírez, las que promovían la educación de una manera práctica, para fomento social de las pequeñas industrias (varones), además de clases de economía familiar (mujercitas). Y fue en la educación superior, precisamente aquí en Nogales, donde se había fundado, en septiembre de 1930, la primera escuela secundaria federal afuera de la Cd. de México, como parte de ese afán educativo. 

La planta de maestros iniciales, fue:
Lic. Alfonso Romandía

Lic. Alfonso Romandía Ferreira, Director
Profra. Natalia Suárez, Secretaria
Lic. Manuel V. Azuela, Matemáticas
LIc. Alfonso Romandía Ferreira, Español
Lic. Salvador López Alvarado, Civismo
Sr. Manuel Serafín Muñoz, Civismo
Profra. Emélida Carrillo, Geografía
Sr. Ricardo Félix (cuñado de Ferreira), Inglés
Sr. Roberto Vargas, Orfeón
Profr. Alfonso Acosta Villalvazo, Botánica y Educ. Física

La inauguración de la escuela Secundaria Federal No. 9, tuvo lugar el domingo 21 de septiembre de 1930 a las once horas, en el teatro de la Escuela Ignacio W. Covarrubias. 

En febrero de 1931 toma la dirección del plantel, el Profr. Luis Echegaray y en febrero de 1932 es nombrado como director, el Profr. Angel Alfonso Andrade, quien cambia la escuela al antiguo Consulado Chino, en Arizpe 736, y contrata a los profrs. Luz B de Andrade, al bachiller Luis Basurto Guzman, Antero Marrero, Francisco Arrieta y al Sr. Enrique Neri Pineda.

Se impartían las materias de Matemáticas, Español, Civismo, Geografía, Inglés, Orfeón, Botánica y Educación Física. A propósito, la afición nogalense por el basquetbol se inició ese año, debido a que una de las metas de la reforma educativa federal consistía en su promoción. 

El Prof. Alfonso Acosta Villalvazo, quien había sido alumno de Rafael Ramírez, se cambió en 1931 a Tamaulipas debido a que en Nogales “el medio era hostil”. Por eso no le tocó la radicalización nacionalsocialista sonorense promovida por el Gobernador, Rodolfo Elías Calles.

Bajo éste, el verano de 1933 todos los maestros de Sonora tuvieron que asistir en Hermosillo a unos cursos de adoctrinamiento político, al fin de los cuales se formó la Federación de Agrupaciones de Maestros Socialistas de Sonora, de ideología nacionalsocialista, para que se impartiera más eficientemente en el Estado esa educación. 

Al mismo tiempo, el gobernador incrementaba su campaña contra las Iglesias, restringiendo el número de sacerdotes y ministros así como de templos en Sonora, y en septiembre de 1934 eran quemadas en los hornos de la Cervecería de Sonora, en Hermosillo, la efigie de San Francisco Xavier de Magdalena, además de otras más. Este era el primer paso en el proyecto para sustituir con el Estado al papel espiritual de la Iglesia en una transferencia de la sacralidad hacia una religión secular con rituales cívicos.

El Obispo de Sonora, Juan Navarrete, en vez de partir al exilio, decidió entonces esconderse en Sonora, viviendo primero al este de Magdalena, en un rancho situado entre ésta y Tubutama (1932 a 1934), y después se cambiaría a la sierra Convirginia, situada cerca de Granados (1934 a Oct de 1935), para esconderse finalmente cerca de Nacozari.

En enero de 1935 volvía a Nogales el Prof. Acosta, ya como Director de la escuela secundaria, y siguiendo la orientación del gobierno federal, organizó el Centro Cultural Nocturno, a cargo de alumnos del tercer año de secundaria, quienes ofrecían cursos de cooperativismo y sindicalismo a los obreros de Nogales, no bajo la ideología nacionalsocialista sino la sindicalista activa, como preludio de la pugna que se avecinaba entre las distintas corrientes ideológicas por el control social, tanto en Nogales como en Sonora y en México. 

En el plano Estatal, después de derrotar al callismo, Cárdenas tuvo que conceder que los anti callistas sonorenses ganaran el poder en las elecciones estatales de 1936, y con ello fijó las condiciones para la polarización que se daría en los años siguientes entre su programa de gobierno y esa oposición que ahora tenía mucha fuerza en el Estado. Quienes habían encabezado el movimiento armado contra Ramos, del que hablé en el artículo anterior, promovieron ahora a Román Yocupicio para terminar el periodo de Ramos, del 37 al 39. 

Entre los candidatos que sonaban para competir contra Yocupicio se encontraba el Lic. Alfonso Romandía Ferreira, quien había sido el primer director de la escuela secundaria de Nogales, en 1930. También en Nogales hubo manifestaciones del comité del PNR en favor de otro de los contendientes, el Gral. Otero Pablos, lo que causó la caída del Lic. Ernesto P. Uruchurtu como presidente estatal del PNR. Sin embargo, fue Yocupicio quien ganó en esas elecciones

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