Escuela Enrique Quijada


Después de los artículos anteriores, llegamos a la siguiente etapa de construcción de las escuelas básicas en Nogales, y el mejor ejemplo está en la escuela Enrique Quijada. 

El problema al que nos enfrentamos es que intervino, también en este momento, la situación de la crisis económica internacional,  al mismo tiempo que lo hacían los problemas ideológicos ocasionados durante la revolución mexicana. Es decir, esta fue una década de crisis económica y política. Hagamos memoria: 

En lo económico, fue una década en que la producción del cobre cayó, especialmente en la vecina Cananea. La gran producción de cobre de las minas sonorenses con que había despegado la economía del Estado desde fines del porfiriato, siguió siendo la más importante en todo el país, y continuó siendo explotado a través de  las compañías mineras de The Cananea Consolidated Copper Co., The Moctezuma Copper Co. y TheTigre Mining Co. 

De todas ellas, la cercana a Nogales, la de Cananea fue la de mayor producción, aunque para el período que nos ocupa, la producción de cobre cayó de 40,280 toneladas con un valor de $33’266,000.00 en el año de 1929 a 17,607 toneladas y $7’082,000.00 durante el año de 1932. 

Es decir, el volumen de producción del mineral cayó en más del 50 % y perdió valor, hasta llegar a un tercio de lo que valía en 1929. Como consecuencia, sobrevino el despido de obreros y la paralización de las actividades mineras en Cananea, Nacozari, Pilares, el Tigre y Oputo, lo que ocasionó un movimiento migratorio de los centros mineros a los Estados Unidos y a las planicies costeras que en ese momento se desarrollaban en el Estado. 

Así pasó, por ejemplo, con la Mina El Tigre, que cerró definitivamente el 18 de julio de 1938 y no se ha vuelto a reabrir hasta el día de hoy.

Para resolver este problema, en Sonora se cambió el proyecto exportador, del sector minero al agropecuario. Se incentivó la producción agrícola comercial de riego en los valles del Yaqui y Mayo, en la costa de Hermosillo, en Caborca y en San Luis Río Colorado, que fueron el pivote de una política que incluía el fortalecimiento de la industria de nivel primario,además de la modernización del comercio y de la banca.

En Nogales, para resolver la crisis económica, entre otras promociones, estuvo el enderezamiento del Arroyo Los Nogales casi durante toda su trayectoria. 

Todo esto le tocó resolver políticamente al presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), quien ejerció el Poder en México después de Plutarco Elías Calles. 


Es decir, el problema era que en ellos se personificaban dos poderes antagónicos: por un lado el nacional socialista de Elías Calles y por otro el nacionalista de Cárdenas, ambos proyectos nacionalistas, aunque el de Calles fue de derecha, mientras que el de Cárdenas era de izquierda.

Frente a este contexto, en lo religioso, el Obispo Juan Navarrete, ante otra prohibición gubernamental dirigida por Elías Calles, prohibición de ejercer los cultos religiosos, a partir de 1932, prefirió esconderse dentro del mismo Estado, en un lugar despoblado, cerca de Granados. 

Bajo esta situación, en junio de 1935 se daba el rompimiento entre el Presidente Cárdenas y Calles. En octubre, en el sur del Estado se rebelaban los mayos contra el gobernador Ramos; y en el Distrito de Moctezuma, Luis Ibarra Encinas, un veterano de las guerras cristeras de Jalisco se levantaba bajo el grito de ¡Viva Cristo Rey! mientras que en Granados y Sahuaripa eran muertos los Presidentes Municipales. 


Se decía entonces que la base de operaciones de Ibarra estaba en el escondite del obispo Navarrete, y cuando fueron enviadas tropas a descubrirlo, el obispo tuvo que huir a esconderse cerca de Nacozari.

Al mismo tiempo, en el Norte del Estado, se levantaron los ganaderos en dos frentes contra el gobierno de Ramos. En el Distrito de Altar, el ranchero Pablo Rebeil junto con Juan E. Caballero se alzaron en armas y mataron al presidente de Altar e instalaron a Caballero para sucederle. Depusieron a los concejos municipales de Pitiquito, Caborca y Oquitoa, y obligaron al de Atil 
a adherirse a su movimiento. 

Por otro lado, Jesús María Suárez Arvizu, nativo de Opodepe, también se levantó en armas, aunque lo hizo en el Distrito de Magdalena con unos 50 hombres y atacó el 14 de octubre a Santa Ana, matando al recién electo presidente municipal junto con el comisario de policía, y sus fuerzas quemaron después los puentes del ferrocarril cerca de Magdalena para evitar la llegada de más tropas.

El 9 de abril de 1936 era enviado al exilio el ex presidente Calles y 
con su partida quedaba definitivamente erradicada su influencia personal en México. En Nogales, después de la purga que había ocasionado la desaparición del poder ejecutivo estatal, el 23 de diciembre de 1935 era nombrado Gabriel Corella como presidente interino. Hasta aquí, el panorama general.

Ya hemos visto cómo fue la construcción de la escuela ubicada en la entrada a la Cañada Buenos Aires. En agosto de 1935, la Junta Federal de Mejoras Materiales destinaba $10,000 para la construcción de esa escuela, y poco después Luisa Johnson vendía a cambio de $1,000 y un lote que le cedió el ayuntamiento, un terreno situado en la loma situada al norte de la Buenos Aires, casi en su cima, para que se construyera en el mismo una escuela que llevaría el nombre de Plutarco Elías Calles. 

Sin embargo, vino después la desaparición de poderes en Sonora, y no fue sino a  través del acuerdo No 2, de la sesión de Cabildos, del 15 de enero de 1936 cuando, por sugerencia directa del nuevo Presidente Municipal, Gabriel Corella, un antiguo obregonista, que se llegó al acuerdo No 2: "Se substituye el nombre de Plutarco Elías Calles a la escuela de la cañada Buenos Aires de esta ciudad por el de Enrique Quijada, gran educador sonorense ya fallecido" y se comisionó a los regidores Rafael Barreda y Dolores Moreno para que "…obtengan una fotografía de Enrique Quijada para obsequiarla a la Escuela que desde hoy llevará su nombre."  

No es de muchos conocido, pero a Enrique Quijada le había tocado representar al gobierno de Sonora durante la ceremonia de inauguración del ferrocarril de Sonora, el 25 de octubre de 1882, es decir, antes de la fundación del Municipio y población de Nogales. Desafortunadamente, el discurso que pronunció en esa ocasión, no ha sido hallado aún.     


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