Empiezan las acusaciones
México y China habían suscrito el 14 de diciembre de 1899 el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, permitiendo que los pueblos de ambos países se establecieran y trabajaran mutuamente en las dos naciones.
Esto llevó a que en 1903, un grupo de comerciantes ricos de San Francisco estableciera la Compañía Comercial de Vapores de China, y en consecuencia la emigración de asiáticos a México se incrementara. Esta compañía contaba con cuatro barcos, el Ching Wo, el Clavering, el Lothian y el Atholl. En la costa del Pacífico de México, la mayoría de los pasajeros llegaban a Mazatlán, de donde transbordaban hacia Guaymas o Ensenada. Es muchísima la información relacionada, aunque se escapa al tema central de estos artículos, por lo que allí dejo el asunto.
En diciembre de 1902, una epidemia de plaga bubónica atacó a Mazatlán; intervino Salubridad y culpó a las ratas que llegaban al puerto, atraídas por la verdura de las embarcaciones, y debido a que los chinos eran los principales comerciantes en verduras, la deducción fue lógica.
Las conclusiones de Salubridad dieron al traste con la emigración de chinos en gran escala a Sonora desde Mazatlán. Además, el 29 de septiembre de 1903, una nueva ley mexicana restringía la importación de más de 10 chinos en un barco dado.
Debido a todo lo anterior, en un reporte enviado por el Cónsul estadounidense en Mazatlán, Luis Kaiser, advertía de la próxima llegada de unos 6000 chinos a Arizona, y agregaba un tema que la prensa diaria corroboraba: los chinos que llegaban no aceptaban trabajos en Sonora sino que venían con la única meta de cruzar la frontera internacional.
Todo lo anterior obligaba a una modificación de la estructura que trataba con el creciente problema de los emigrantes chinos. Para complicar aún más la situación, por entonces surgieron varios casos de corrupción relacionados con el mismo tema, aqui en Nogales.
Todo surgía de la costumbre de agrupar varias declaraciones de impuestos en una sola, costumbre que se había originado en el Guaymas de mediados de siglo. El problema era que en vez de pagar lo debido en derechos de importación, una sola declaración venía a sustituir a todo un grupo de ellas, por lo que se abarataba lo egresado, con menoscabo de los impuestos que se debían de recaudar. Además, surgieron por aquellos años otras acusaciones más, como la de "arreglar" la correspondencia comercial de un competidor en la industria minera, del manejo indebido de una carta de renuncia de un oficial de aduanas previo, así como del trato de orientales, actividad por la que recibía, indebidamente, $100 dlls por persona.
Todas estas acusaciones fueron agrupadas por sus acusadores y hasta nombre se les dió. Harry K. Chenoweth, quien había llegado a Arizona y finalmente en 1892 consiguió ser nombrado Colector de Aduanas Estadounidense en esta población, apareció en un reporte de ese mismo año del Cónsul estadounidense en Nogales, Sonora, J. F. Darnall, quien se defendía de un grupo de nogalenses prominentes que pedía su remoción. Según Darnall, Chenoweth encabezaba a, "la pandilla de los Padilla y los Ramírez," atacándolo debido a su "conocimiento de la corrupción y fraude que se practica en la Aduana de Nogales."
La acusación no era nueva, ya que se mencionaba desde hacía varios años que Chenoweth se había inmiscuido en sobornos relacionados con los chinos y otros asuntos, y tampoco era un tema menor: ambos personajes mencionados no podían alcanzar una mejor posición en Nogales o en Sonora. Baste saber con que Cirilo Ramírez era el dueño de la segunda agencia aduanal en Nogales, después de la agencia de Próspero Sandoval, con quien estaba emparentado,y sería poco después el dueño del teatro de la ciudad, teatro Ramírez; mientras que Ismael Padilla era un prominente hombre de negocios nogalense, empleado de Ramírez y futuro Secretario de Gobierno del Sonora Maytorenista durante la revolución. Además, el Cap. Leander Mix, quien saldría también raspado en este affaire, era cuñado del Gobernador de Sonora, Ramón Corral.
La consecuencia fue que ambos periódicos de Nogales Arizona, inmediatamente tomaron bandos: el Oasis se opuso a los acusados, a pesar de que Chenoweth era un destacado miembro del Partido Republicano, o sea lo mismo que Allen Bird, editor del Oasis, mientras que opuesto a éste diario, se encontraba el otro periódico Nogalenes, el Border Vidette que era Demócrata, ya que los apoyaba,
La investigación subsecuente abrió una cloaca en la que se descubrieron las maquinaciones de Chenoweth con un conocido contrabandista de chinos de Nogales, Lee Sing. Pero el espacio se me agota, así que, discúlpenme, pero continuaré esta crónica en el siguiente artículo.
Esto llevó a que en 1903, un grupo de comerciantes ricos de San Francisco estableciera la Compañía Comercial de Vapores de China, y en consecuencia la emigración de asiáticos a México se incrementara. Esta compañía contaba con cuatro barcos, el Ching Wo, el Clavering, el Lothian y el Atholl. En la costa del Pacífico de México, la mayoría de los pasajeros llegaban a Mazatlán, de donde transbordaban hacia Guaymas o Ensenada. Es muchísima la información relacionada, aunque se escapa al tema central de estos artículos, por lo que allí dejo el asunto.
En diciembre de 1902, una epidemia de plaga bubónica atacó a Mazatlán; intervino Salubridad y culpó a las ratas que llegaban al puerto, atraídas por la verdura de las embarcaciones, y debido a que los chinos eran los principales comerciantes en verduras, la deducción fue lógica.
Las conclusiones de Salubridad dieron al traste con la emigración de chinos en gran escala a Sonora desde Mazatlán. Además, el 29 de septiembre de 1903, una nueva ley mexicana restringía la importación de más de 10 chinos en un barco dado.
Debido a todo lo anterior, en un reporte enviado por el Cónsul estadounidense en Mazatlán, Luis Kaiser, advertía de la próxima llegada de unos 6000 chinos a Arizona, y agregaba un tema que la prensa diaria corroboraba: los chinos que llegaban no aceptaban trabajos en Sonora sino que venían con la única meta de cruzar la frontera internacional.
Todo lo anterior obligaba a una modificación de la estructura que trataba con el creciente problema de los emigrantes chinos. Para complicar aún más la situación, por entonces surgieron varios casos de corrupción relacionados con el mismo tema, aqui en Nogales.
Todo surgía de la costumbre de agrupar varias declaraciones de impuestos en una sola, costumbre que se había originado en el Guaymas de mediados de siglo. El problema era que en vez de pagar lo debido en derechos de importación, una sola declaración venía a sustituir a todo un grupo de ellas, por lo que se abarataba lo egresado, con menoscabo de los impuestos que se debían de recaudar. Además, surgieron por aquellos años otras acusaciones más, como la de "arreglar" la correspondencia comercial de un competidor en la industria minera, del manejo indebido de una carta de renuncia de un oficial de aduanas previo, así como del trato de orientales, actividad por la que recibía, indebidamente, $100 dlls por persona.
Todas estas acusaciones fueron agrupadas por sus acusadores y hasta nombre se les dió. Harry K. Chenoweth, quien había llegado a Arizona y finalmente en 1892 consiguió ser nombrado Colector de Aduanas Estadounidense en esta población, apareció en un reporte de ese mismo año del Cónsul estadounidense en Nogales, Sonora, J. F. Darnall, quien se defendía de un grupo de nogalenses prominentes que pedía su remoción. Según Darnall, Chenoweth encabezaba a, "la pandilla de los Padilla y los Ramírez," atacándolo debido a su "conocimiento de la corrupción y fraude que se practica en la Aduana de Nogales."
La acusación no era nueva, ya que se mencionaba desde hacía varios años que Chenoweth se había inmiscuido en sobornos relacionados con los chinos y otros asuntos, y tampoco era un tema menor: ambos personajes mencionados no podían alcanzar una mejor posición en Nogales o en Sonora. Baste saber con que Cirilo Ramírez era el dueño de la segunda agencia aduanal en Nogales, después de la agencia de Próspero Sandoval, con quien estaba emparentado,y sería poco después el dueño del teatro de la ciudad, teatro Ramírez; mientras que Ismael Padilla era un prominente hombre de negocios nogalense, empleado de Ramírez y futuro Secretario de Gobierno del Sonora Maytorenista durante la revolución. Además, el Cap. Leander Mix, quien saldría también raspado en este affaire, era cuñado del Gobernador de Sonora, Ramón Corral.
La consecuencia fue que ambos periódicos de Nogales Arizona, inmediatamente tomaron bandos: el Oasis se opuso a los acusados, a pesar de que Chenoweth era un destacado miembro del Partido Republicano, o sea lo mismo que Allen Bird, editor del Oasis, mientras que opuesto a éste diario, se encontraba el otro periódico Nogalenes, el Border Vidette que era Demócrata, ya que los apoyaba,
La investigación subsecuente abrió una cloaca en la que se descubrieron las maquinaciones de Chenoweth con un conocido contrabandista de chinos de Nogales, Lee Sing. Pero el espacio se me agota, así que, discúlpenme, pero continuaré esta crónica en el siguiente artículo.
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