Las consecuencias del 27 de agosto de 1918
Antes de iniciar este artículo, debo agregar, para mayor información, un dato que, por un lado me lo ofrece la creciente información de las redes de Internet, que me informa que la participación militar estadounidense durante este incidente fue de poco más de 800 soldados.
Por el otro lado, platicando con el Tte. Corl. Miguel Angel Murillo Lagunas, durante la ceremonia de conmemoración, me decía que esta cifra es extremadamente alta, ya que el enfrentamiento fue entre esa fuerza militar y la población civil desorganizada de Nogales.
Todo lo anterior me llevó a recordar que, de chico me decían en mi casa que el cerro de la Cruz, que se encuentra situado al Sur de la entrada de la Buenos Aires, se veía pardear del número de soldados que había sobre el mismo. Ahora entiendo la razón.
Por el otro lado, platicando con el Tte. Corl. Miguel Angel Murillo Lagunas, durante la ceremonia de conmemoración, me decía que esta cifra es extremadamente alta, ya que el enfrentamiento fue entre esa fuerza militar y la población civil desorganizada de Nogales.
Todo lo anterior me llevó a recordar que, de chico me decían en mi casa que el cerro de la Cruz, que se encuentra situado al Sur de la entrada de la Buenos Aires, se veía pardear del número de soldados que había sobre el mismo. Ahora entiendo la razón.
Si recordamos que por esa fecha Nogales tendría una población de aproximadamente 10 mil habitantes, la cantidad de soldados equivaldría más o menos a uno por cada diez nogalenses, hombres mujeres y niños. Eso hace aún más valiente la defensa civil nogalense de esa fecha del territorio nacional. Pero regresemos a la crónica.
Un día después
del martes 27 de agosto de 1918, a mediodía llegaba a Nogales el gobernador de Sonora,
Gral. Plutarco Elías Calles, y a eso de las 3 PM se entrevistaba en el Puente
Bonillas con el Comandante Militar de Arizona, Gral. DeRosey Cabell, en cuya
reunión se acordó abrir la garita internacional por el resto del día.
Esa noche, alrededor de las 10 se hacen unos 30 o 40 disparos desde el cerro
situado al oeste de Nogales hacia Nogales, Az., uno de los cuales hiere
ligeramente en un brazo a un soldado estadounidense, por lo que sus compañeros
hacen disparos de ametralladora hacia el lado mexicano, y en respuesta Calles
establece la ley marcial del lado sonorense. El jueves a las 6:30 AM. el
soldado que había sido herido en el brazo dispara sobre un mexicano, Refugio
García, que caminaba del lado sonorense, hiriéndole también ligeramente. Horas más tarde, a las 11 se reúnen nuevamente
Cabell y Calles, y allí el primero promete arrestar al soldado que había
disparado a García y someterlo a corte marcial.
Por otro lado, el cónsul
estadounidense, E. M. Lawton, informa
que durante la batalla un grupo de sonorenses entraron al consulado
estadounidense y habían atacado al Sr. Coley, que trabajaba en el mismo. Se
realiza una investigación y se encuentra que anteriormente Coley había
trabajado como celador de la Aduana, manifestando siempre muy mal trato con los
mexicanos. Debido a las quejas contra él, el Administrador de la Aduana
estadounidense había acordado despedirle, aunque esos días de agosto se había
recargado mucho el trabajo en el consulado, por lo que se le había empleado
desde el día 26, y al saberlo los nogalenses aprovecharon la ocasión para
intentar vengarse de él. En consecuencia, la conclusión fue la agresión de los mexicanos había sido
contra él y no contra el consulado estadounidense.
Por su lado, Cabell promete también
realizar una investigación sobre las causas del incidente. Al realizarse ésta,
se concluirá que “los mexicanos resienten
el tratamiento rudo y algunas veces lenguaje profano de los guardias aduanales estadounidenses;”
además, entre las medidas adoptadas para evitar incidentes futuros se encuentra
la de quitarles los rifles a los guardias fronterizos y dotarlos en cambio de
garrotes y pistolas, medida que durará hasta los 60 cuando el comercio de las drogas hizo indispensable esta medida.
Por otro lado, se ha sostenido en algunas ocasiones que
este incidente internacional tuvo como causa cierta ingerencia alemana en la
política mexicana, basándose en el famoso telegrama Zimerman (apellido del entonces Secretario de Relaciones Exteriores de Alemania, y del que copio adjunta una versión después de ser descodificado), que fuera interceptado por
el gobierno inglés y hecho público en la prensa, en el que el gobierno alemán, entonces en
guerra contra EEUU, prometía ayuda al gobierno de Carranza para que México
recuperase el territorio perdido frente a los EEUU.
Este argumento sostiene la presencia de espías alemanes en Sonora, los que radicalizarían a la población en contra de los vecinos estadounidenses, explicando que a ésto se debieron los incidentes ya mencionados.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial terminó a fines de ese año y a pesar de ello continuaron los incidentes entre soldados estadounidenses y civiles mexicanos. Además, jamás se ha presentado alguna prueba de la complacencia de México por esta propuesta.
Este argumento sostiene la presencia de espías alemanes en Sonora, los que radicalizarían a la población en contra de los vecinos estadounidenses, explicando que a ésto se debieron los incidentes ya mencionados.
Sin embargo, la Primera Guerra Mundial terminó a fines de ese año y a pesar de ello continuaron los incidentes entre soldados estadounidenses y civiles mexicanos. Además, jamás se ha presentado alguna prueba de la complacencia de México por esta propuesta.
Como ejemplos notables de la continuación de estas medidas, tenemos
que, el 28 de septiembre, o sea un mes después de los hechos, fueron vistos
cruzar la frontera hacia el sur tres
soldados extranjeros por el puente Bonillas, y al ser detenidos cuando
caminaban por la vía del ferrocarril, argumentaron primero que eran soldados
alemanes, aunque después confesaron ser estadounidenses.
Unos días antes había
sido detenido otro soldado en igualdad de condiciones, mientras que el 1 de
octubre cruzaba otro soldado estadounidense, ahora hacia el norte por la calle Juárez, donde no había garita, uniéndose con sus compañeros
De esta manera, continuaron las violaciones
estadounidenses a las condiciones del cruce establecidas por aquellos meses, por lo que para evitar problemas el gobierno de Sonora ordenó la construcción de una cerca
de alambre para delimitar la frontera. Sin embargo, tampoco esta medida
funcionó, ya que los problemas internacionales continuaron, ya que se dio el caso, por ejemplo, de que el 19 de octubre,
a las 9 AM, un avión de la fuerza aérea estadounidense hizo varios disparos
sobre Nogales, Sonora, aunque sin causar daños, y dos días después un grupo de
leñadores mexicanos fue atacado afuera de la población, cerca del panteón del
Rosario, por un grupo de soldados estadounidenses quienes les mataron un caballo,
y en enero 7 de 1919, otro grupo de seis soldados estadounidenses realizaron otra
incursión a México.
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